“Que en mi epitafio se lea: Aquí yace Juan Manuel de Rosas, un argentino que nunca dudó.” La frase, escrita por Andrés Rivera, opera como un preámbulo breve de su novela El farmer, publicada en 1996, luego de la repatriación de los restos de Rosas en 1989. Desde la primera página, el lector asiste al testimonio descarnado de un hombre humillado por su destino y que busca ajustar cuentas, obsesionado, con quienes lo abandonaron luego de jurarle lealtad. De ahí, otra de las frases célebres: “Demoré una vida en reconocer la más simple y pura de las verdades patrióticas: quien gobierne podrá contar, siempre, con la cobardía incondicional de los argentinos”. El farmer llegó a la escena teatral en 2002, con dirección de Adrián Blanco, y fue una de las novelas del autor argentino que obtuvo mayor reconocimiento, junto con La revolución es un sueño eterno, publicada en 1987. Con otro personaje histórico como Juan José Castelli como protagonista, el libro obtuvo el Premio Nacional de Literatura, en 1992. Luego vendrían otros títulos como La sierva (1992); El verdugo en el umbral (1994); La lenta velocidad del coraje (1998); El profundo sur (1999); Tierra de exilio (2000); Hay que matar (2001); Ese manco Paz (2003); Traslasierra (2007) y Kadish (2011), entre otros.