Andrés Lima se inició como actor y trabajó en su país, Inglaterra y Escocia. Creó la compañía Riesgo, presentando obras con otros grupos. Animalario nació en 1996, estrenando una pieza de igual título, del actor Alberto San Juan, con el subtítulo Bonitas historias de entretenimiento sobre la humillación cotidiana de existir. Hubo más obras con Animalario y por fuera del equipo: El fin de los sueños, Tren de mercancías huyendo hacia el Oeste, Siete piezas, siete, Pornografía barata (del mismo Lima), Alejandro y Ana, Todo lo que España no pudo ver del banquete de boda de la hija del presidente (una referencia a José María Aznar), Ultimas palabras de Copito de nieve, y obras de Carlo Goldoni, Lope de Vega, Bertolt Brecht y Harold Pinter, entre otros. Lima actúa también en TV y cine (Los lunes al sol, de Fernando León). El intercambio con el elenco de Buenos Aires lo maravilló: “En los ensayos estuvimos muy juntos. Es como pasar el testigo, aprender qué es de uno y qué del otro. La coproductora local Cipe Fridman me presentó a varios actores y actrices. La diferencia entre nuestros intérpretes y ellos se encuentra en el cuerpo, la manera de afrontar una escena”. Lima opina que la sensualidad “en todos los sentidos” es característica del argentino. En las charlas previas, actores y actrices le impresionaban como “sesudos”, pues intentaban explicar en profundidad cada personaje, pero al ponerse en acción “dejaban la mente a un lado expresándose esencialmente con los sentidos”, sintetiza este director, cuyo próximo trabajo en Madrid será una versión de Marat/Sade, de Peter Weiss.