Derechos en acción se llama el libro de Carlos Gianni, Lorena Peverengo y Florencia Zelkowicz, que acaba de editar Uranito, y tiene al menos dos características que lo hacen diferente: la primera, la de partir de la recordada canción que Gianni hizo junto a Midón para una de sus obras también más recordadas, “Derechos derechos”, de Derechos torcidos. La segunda, la de resultar un libro que en todo su desarrollo invita a la participación activa de los pequeños lectores, con entretenimientos, interrogantes que se abren a partir de textos e historietas, espacios para dibujar, crear y completar, otros juegos de palabras como jitanjáforas, un disco que también es toda otra invitación lúdica y hasta una lámina plástica para pintar, borrar y volver a pintar sobre imágenes que representan esos Derechos en acción. Página/12 habló con los autores del libro, que hoy a las 15.30 se presenta en el marco del Festival Hugo Midón, en el ECuNHi (Av. del Libertador 8465).

“Yo no soy mejor que nadie, y nadie es mejor que yo”, comienza aquella canción que quedó en la memoria afectiva de los que hoy ya son padres y madres. Y es desde estas palabras, tan simples como precisas, que se estructura la idea que trabaja este libro: La de la igualdad, en las diferencias. Sus tres autores destacan que el largo proceso que llevó su realización –unos dos años de trabajo, más los que demandó toda la investigación previa sobre derechos del niño que hizo Peverengo– resultó para ellos mismos todo un aprendizaje y propició también para los autores momentos de juego, en la escritura en conjunto. El proceso incluyó hasta un focus group con chicos que, cuentan los autores, modificó bastante algunos contenidos del libro. “Les preguntamos cómo imaginan que se pueden respetar los derechos, y nos llamó la atención que en vez de resolver entre ellos, conversando los papás les decían: decile a la directora o decile a la maestra. Ahí apareció el rol del adulto que pasó a estar tematizado también en el libro”, comenta Peverengo.

Todas las viñetas que presenta el libro partieron de situaciones reales que los propios chicos vivieron y contaron, incluidos los hijos y nietos de los autores. La mamá que le sugiere a la hija que no juegue con la nena del supermercado porque es china. El nene al que le dicen nerd porque le gusta leer; el que es “mariquita”, porque no le gusta jugar al rugby. El abanderado, que se ve tan “diferente”. “Apuntamos a que los chicos puedan reflexionar y expresar lo que significan esas etiquetas y esos insultos. Y vimos que se reían a carcajadas con esas situaciones de viñetas, sintiéndose identificados. Algunos como diciendo: yo alguna vez discriminé así, y el libro deja preguntas abiertas: ¿alguna vez te preguntaste cómo se siente el otro frente a esto que lo hace sentir mal? Otros, identificados con el discriminado, en esos casos el libro también plantea: ¿qué puedo hacer yo frente a esto? Nos conmueve ver que a un niño le divierta el libro y lo haga pensar si él conoce sus derechos y si está respetando el de los otros”, aprecia la autora.

“Trabajé mucho con chicos, y sabemos que jugando se aprende. Pensamos que generar un espacio creativo para pensar estos temas era una oportunidad linda para los chicos”, dice la psicóloga Florencia Zelkowicz sobre el germen de la idea. “Queríamos hacer un libro distinto: con música, actividades, preguntas. No porque no haya otros muy buenos sobre el tema, queríamos poner en práctica la idea de que el juego, para los chicos, va en serio. Nos pareció lindo poder pensar un espacio para ellos y desde ellos.” Gianni aportó, además de la escritura, lo que se escucha en el disco: una nueva canción de los “Derechos en acción”, otra para completar, muchas lenguas para cantar. “Quisimos, sobre todo, que las canciones despierten también juegos”, cuenta Gianni. “Y que digan lo que dice todo el libro: que todos somos iguales, y todos somos distintos. Y que eso es algo que nos enriquece.”