“Es un escritor misterioso, nadie sabe por qué tenía ese talento, porque en otros escritores uno puede rastrear el trabajo, la cultura, las influencias, incluso la biografía, pero en Rulfo es un puro milagro.” Estas fueron las declaraciones de Tomás Segovia, el anterior ganador del Premio, que molestaron a Clara Aparicio, la viuda del autor de Pedro Páramo. Gabriel Larrea, abogado de la familia, dio a conocer la posición oficial de sus representados: el escritor que resulte ganador del decimosexto Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo “tendrá una responsabilidad moral” al aceptar un galardón que lleva un nombre ‘ilegal’, y bien “tendría que rechazarlo o aceptarlo poniendo como condición que se retire el nombre de Juan Rulfo, o atenerse a las consecuencias legales”. El abogado aseguró al periódico El Universal que “la determinación es muy clara: la familia tiene el derecho de autorizar o negar el uso del nombre”. El hijo de Rulfo, Juan Francisco, aclaró que la familia “no está en contra del premiado, sino de la organización”, en alusión a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, presidida por Raúl Padilla, a quien los familiares acusan de perseguir fines políticos.