Ante la consulta de este diario por la situación de los programas culturales inaugurados por la gestión anterior, ésta fue la respuesta del ministerio: “Tomamos la decisión de concentrarnos en programas con impacto real, en lugar de sostener muchos programas sin impacto –y con una superposición enorme no sólo intraministerio de Cultura (donde muchas áreas hacían lo mismo) sino hacia afuera, como en el caso de Derechos Humanos, donde hay una secretaría a la que podemos sumarnos para actividades puntuales cuando corresponda–. No sólo no vamos a discontinuar, sino que vamos a potenciar programas como Puntos de Cultura, que sí tiene un verdadero impacto social porque logra llegar a gran cantidad de gente en lo que tiene que ver con el nexo entre cultura e inclusión”. No hay más precisiones. Por el momento, el Ministerio de Cultura está garantizando la continuidad de Puntos de Cultura, lanzado en 2011. El fin de este programa es brindar apoyo a propuestas socioculturales de la sociedad civil y fortalecer el trabajo comunitario. En declaraciones radiales a Ernesto Tenembaum, Avelluto dijo que el CePIA había sido “discontinuado antes”, que no tenía actividad hacía un año y que la financiación corría por cuenta de Planificación. Sobre Ronda Cultural cometió un exabrupto: ignoraba que los trabajadores lo seguían sosteniendo, sin contar con el transporte.