Alejandro Dolina también incursionó en la pantalla chica, pero espaciadamente: su primer programa, La barra de Dolina, duró dos años y tenía como director artístico a Caloi. Luego, armó la serie Bar del infierno, donde él mismo interpretaba al narrador de historias, y contaba con la dirección artística de Claudio Gallardou y la dirección musical de Federico Mizrahi. Y para el Canal Encuentro elaboró junto a Juan José Campanella la miniserie Recordando el show de Alejandro Molina, un falso documental en el que recrearon la vida de un conductor televisivo que había desaparecido misteriosamente. Lo esporádico de estas apariciones en televisión, confiesa Dolina, se debió básicamente a que nunca lo “llamaron”. “En el caso de Alejandro Molina, sí era un placer, porque estaba rodeado de tipos que sabían mucho más que yo de estas cosas, que son muy buenos artistas. Con Bar del infierno algo se pudo hacer pero con mucha dificultad. Y los otros fueron intentos de hacer televisión con presupuestos de radio, algo muy difícil”, afirma.