- Laura Devetach (escritora y docente): “El ECuNHi es un entrañable sitio de pertenencia, un lugar muy cálido, muy fuerte. Primero me costó mucho entrar y mirar, acostumbrar mis ojos a la claridad actual de ese lugar, sabiendo que había sido tan oscuro. Me pareció una gesta lo que hicieron: convertirlo en un verdadero lugar de crecimiento. Nos honraron como familia poniéndole el nombre de Gustavo Roldán a un festival y la biblioteca para chicos. Pudimos, por suerte, contribuir con muchos libros. Voy a ir al abrazo, porque hace mucho que no voy, quiero ver con mis propios ojos a la gente, al lugar. Ver qué se hace con esta incertidumbre y este desasosiego. Del Festival Gustavo Roldán, recuerdo la presencia masiva de la familia. Los chicos, los grandes, los viejos, muchos adolescentes. No sobran lugares así, hay que hacer esfuerzos para sostener un espacio que reúne distintas edades, que genera vínculos humanos, masivamente; como ocurría también con los festivales María Elena Walsh y Hugo Midón. Hay mucho trabajo alrededor de eso. Recuerdo la presencia del mate, del termo, de las cositas para comer que se llevan: es una especie de entretenimiento, de vinculación. No había hamburguesas, había mate. Siempre digo que tenemos que tener claro que estamos en un gran tablero de juego. Tenemos que saber, cada uno, en qué casillero está. Y para quién juega”.

- María Teresa Andruetto (escritora): “Hice varias actividades en el ECuNHi, desde una conversación sobre libros y lectores abierta al público, hasta encuentros con niños, desde participar en la entrega de premios en un concurso (muy conmovedor ver a los chicos ganadores del concurso de relatos, chicos de todas partes del país –algunos iban por primera vez a Buenos Aires– en un mismo espacio con algunas de las Madres rozando los cien años) hasta la participación como jurado en otro concurso. Autores leyendo sus propios libros, narradores orales contando, actores representando sus obras, ilustradores exponiendo..., los festivales en homenaje a artistas como María Elena Walsh, Gustavo Roldán, Hugo Midón... todo de acceso libre y gratuito, en ese espacio emblemático, ese espacio que alguna vez fue de horror convertido en espacio vital”.

- Pablo Bernasconi(dibujante e ilustrador): “Los espacios que permiten intervenciones son materia apetitosa para artistas. A veces las paredes devuelven información, sentidos y percepciones que la poesía reconvierte y transforma. Hay lugares con historias luminosas que aumentan aún más cuando la belleza los interpela. Y hay lugares con historias oscuras, en donde la función del arte se pone a prueba, define las sombras y propone algunas luces. Es ahí donde la transformación es rotunda, necesaria y sanadora. El ECuNHi es un ejemplo de éstos últimos. Nos devuelve la historia sin golpes bajos. Nos cuenta el pasado y así nos promete otro futuro. En 2015 me convocaron para realizar un mural en el ECuNHi, responsabilidad que decidí aceptar. La consigna era sencilla pero profundamente movilizante. Uno cambia de piel continuamente ante cada obra, y en este caso la piel exigía tantos reparos que corría el riesgo de volverse rígida y entumecida. Mi opción fue deshacerme de ella para conducirme con la mayor libertad posible, libertad que fue luego incorporada de forma maravillosa y fluida por la gente que conduce el espacio, y por los niños, y por las madres y abuelas y por esas paredes impregnadas de historia oscura pero transformadas para siempre por gente que nos regala otro futuro”.

- Liliana Bodoc(escritora): “Cuando llegué al ECuNHi por primera vez, se me hizo evidente la potencia de la resistencia poética. Porque allí, en el predio de la ex ESMA, había pulmones respirando hondo y proyectos luminosos, y la decisión de reunir la infancia y la memoria. ¿Cómo no abrazar el espacio, material y simbólico, que sube a los niños a los hombros de la poesía para que, desde allí vean mejor el futuro? El ECuNHi nos enseña que la sensibilidad es una inteligencia mayúscula, que los escenarios son de todos, que el cine es más lindo bajo las estrellas. Por eso, más allá de cualquier coyuntura, el ECuNHi debe seguir generando, gestionando... O dicho de otra manera, debe seguir, como la cigarra, cantando al sol”.