Casi nunca llueve en San Rafael. El jueves a la tarde fue la excepción a esta regla meteorológica: diluvió, cayó granizo y las hojas secas cubrieron las veredas y calles. La escritora Sonnia De Monte, en un homenaje a Antonio Di Benedetto, recordó que el autor de Zama sigue permaneciendo en el limbo ingrato del olvido en Mendoza. “Este día lo mandó él, como una pequeña venganza”, aseguró De Monte. La inauguración de la quinta edición del Festival Nacional de Literatura Filba, prevista en la plaza, cambió de escenario por obra y gracia de la tormenta. El refugio fue uno de los salones de la Municipalidad. “Fidel (Castro) contaba la Revolución en voz alta. Eso mantenía una llama indispensable en un país acorralado”, dijo Eduardo Belgrano Rawson durante la apertura. Gran narrador oral, el escritor continuó, micrófono en mano, improvisando con variaciones y desvíos magníficos. “(Hugo) Chávez era un buen contador de historias. Fidel, en términos musicales, sería un Beethoven y Chávez la Sonora Matancera; cada uno con su estilo, sonando bien”, comparó y confesó que suscribe una frase de la escritora norteamericana Dorothy Parker: “Escribir es el arte de poner el culo en la silla”. Ayer a la mañana otra exquisita narradora oral embelesó a los docentes: la cordobesa María Teresa Andruetto. “Hay que leer en contra del mercado para visibilizar otras voces”, propuso la autora de La mujer en cuestión y Lengua madre. La frontera –como geografía, política o biografía– es uno de los ejes de la programación de esta edición. Hay talleres, charlas, espectáculos y lecturas en las que participan el flamante Premio Alfaguara de Novela, Eduardo Sacheri; María Teresa Andruetto, Eugenia Almeida, Luis Chitarroni, Gabriela Massuh, Jorge Consiglio, Oliverio Coelho, Mariana Enriquez, Tálata Rodríguez, Mercedes Araujo y Hernán Ronsino, entre otros.