Si bien hay innumerables reuniones, congresos, grupos, cursos e iniciativas varias, el grueso del movimiento sketcher oscila alrededor de unos pocos ejes compartidos. Entre estas ideas destacan la valorización de lo cotidiano, el respeto por lo artesanal y la intuición de que no es indispensable ser “artista” -en el sentido académico de la palabra- para lograr un buen boceto. También existe un manifiesto que enumera premisas. Dice:

1) “Dibujamos in situ, a cubierto o al aire libre, capturando directamente lo que observamos.

2) Nuestros dibujos cuentan la historia de nuestro entorno, de los lugares donde vivimos y los sitios donde viajamos.

3) Al dibujar documentamos un lugar y un momento determinado.

4) Somos fieles a las escenas que presenciamos (de acuerdo a la verdad que capta cada uno).

5) Celebramos la diversidad de estilos de dibujo y utilizamos cualquier tipo de herramientas y soporte.

6) Nos ayudamos mutuamente y dibujamos en grupo.

7) Compartimos nuestras obras en Internet.

8) Mostramos el mundo, dibujo a dibujo (“We show the world, one drawing at a time”).