Atención, porque el caso Piroyansky desmiente cualquier mito que se pueda tener sobre posibles excesos de trabajo. Se lo puede ver en una película en cartel –Sofacama, dirigida por Ulises Rosell–, y está a punto de estrenar Cara de queso, dirigida por Ariel Winograd. También está preparando Triplex, un film en el que además de desempeñar el papel protagónico colabora con Winograd como coguionista. Ahí no se termina su rutina semanal, porque de lunes a jueves rueda en Uruguay XXY, la próxima película de Lucía Puenzo. Sus compañeros de filmación son Ricardo Darín, Valeria Bertuccelli, Carolina Peleritti, Inés Efron y Germán Palacios. Cuando termina la semana Piroyansky no descansa, ya que vuelve a Buenos Aires para presentar Kuala Lumpur en el Espacio Callejón (Humahuaca 3759, viernes a las 23.30). Fanático del teatro, el actor defiende a muerte a Grupo Sanguíneo, el equipo que creó la obra y lo tiene como integrante permanente desde hace siete años. “Aunque esté con mil obligaciones, no concibo dejar de actuar con ellos. Seguir con ese grupo es una de las pocas condiciones innegociables que pongo a la hora de empezar un proyecto”, sentencia.