Carretera y top manta es el críptico nombre de la gira que traerá nuevamente a Joaquín Sabina a la Argentina. La expresión hace alusión a la venta ilegal de CD truchos (así se los conoce en España a los que tiran sus mantas en la calle), y la elección del nombre levantó polémicas del otro lado del océano. “Si no les gusta, que se jodan. Es una broma, como cualquiera puede entender. Los grandes piratas de la industria discográfica están en las multinacionales. Sé que perdemos dinero con el ‘top-manta’, pero quienes más pierden son los que más ganan. Así que vaya lo uno por lo otro”, explicó con contundencia él. Mañana, el andaluz dará una conferencia de prensa en Buenos Aires, donde se quedará poco tiempo: La seguidilla de conciertos comenzará el martes y seguirá en el Chateau Carreras de Córdoba (viernes 8), el Estadio Mundialista de Mar del Plata (domingo 10) y el Estadio de Rosario Central (miércoles 13). Finalmente llenará dos veces la cancha de Boca, los próximos sábado 16 y domingo 17. El cantautor viene anunciando un despliegue “más rockerito” que el de su gira anterior, y habrá que esperar para saber cómo se escucha. El tour argentino forma parte de una gira por Latinoamérica, también con estadios agotados con anticipación, que incluyó conciertos en México, Costa Rica y Ecuador. El último destino será Chile, donde el 20 de diciembre Sabina pondrá fin a un extenso tour en el estadio Arena de Santiago. Como siempre, el cantautor vendrá apuntalado por la caballería de fieles: Pancho Varona en guitarra y bajo, Antonio García de Diego en guitarra y piano, Jaime Asúa en guitarra rítmica, Paquito Beneyto en batería y Olga Román en coros. A ella también la tocó la cola del cometa del fenómeno: este año presentó disco propio en la Argentina, con una ayudita del cartel de “corista de Sabina”.