Si bien no se trató de una expuesta enemistad, el distanciamiento desde hace algunos años entre Julio Bocca y el primer coliseo porteño fue un episodio archiconocido de los entretelones de la danza argentina. Si fue porque el Teatro Colón nunca ascendió formalmente al bailarín a la categoría que le correspondía, si fue porque Julio debió ir a buscar en el American Ballet Theatre lo que aquí no pudo encontrar, eso ya es cuestión del pasado. Porque, hace tan sólo unos días, Bocca anunció que tiene intenciones de bailar una última vez con el Ballet Estable del Colón. Así lo contó él mismo: “Raúl Candal, el nuevo director de la compañía, vino a hablar conmigo en representación del ballet para decirme que les gustaría de verdad que yo hiciera algo con ellos antes de retirarme. Me hizo bien, y agradezco la propuesta que me hicieron. Es lindo que la intención venga de los integrantes del ballet, además de los directivos. Yo he trabajado para y con ellos y me reconforta sentir que quieran darme un reconocimiento después de tantos años”. En vistas de las obras de restauración que se llevarán a cabo durante todo 2007 en el teatro, Bocca no podrá despedirse literalmente del gran escenario de Cerrito y Viamonte. Por ello, de concretarse la función que aún no ha sido anunciada formalmente, el gran evento tendría lugar en el Luna Park.