Será, sin duda, un año especial. El escritor que sugirió jubilar la ortografía, “terror del ser humano desde la cuna”, cumple 80 años el próximo 6 de marzo. Quizás el “jubilado” sea él porque, según ha dicho a sus amigos, no está escribiendo. Sí: Gabriel García Márquez –Gabo o “Gabito” en la jerga afectuosa de los colombianos–, no festejará sólo su cumpleaños. En mayo el autor de Cien años de soledad, considerada la novela paradigmática de la literatura del boom latinoamericano (con 30 millones de ejemplares vendidos en el planeta, traducciones a 50 lenguas y más de 100 reediciones), celebrará los 40 años de la publicación del libro, editado en la Argentina por Sudamericana. Y si estos dos cimbronazos emocionales no fueran suficientes para alguien que, según cuentan, es “muy supersticioso”, dos aniversarios completan el 2007, año del jubileo de Gabo, o del “gaboleo”: en septiembre celebrará los 60 años de la publicación de su primer cuento, La tercera resignación, y en octubre habrán pasado 25 años desde que la Academia Sueca lo consagrara Premio Nobel de Literatura.

Los festejos empezarán con un homenaje que se llevará a cabo en el acto inaugural del IV Congreso Internacional de la Lengua Española, que se realizará del 26 al 29 de marzo en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias. La Real Academia Española (RAE) presentará una edición conmemorativa de un millón de ejemplares de Cien años de soledad, que tendrá un epílogo con un índice onomástico y un listado de las distintas acepciones de varias palabras de la novela, según cada país, un prefacio a cargo del director de la RAE, Víctor García de la Concha, y tres textos de Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes y Alvaro Mutis referidos a la novela.

La noticia de la inclusión de un texto de Vargas Llosa –fragmentos de Historia de un deicidio, libro que el peruano escribió sobre la obra de Gabo en 1971– fue interpretada en numerosos medios del mundo como una señal de tregua o de acercamiento entre García Márquez y el autor de La casa verde, enemistados desde hace 30 años, después de una pelea que terminó a las trompadas en el estreno de una película en México, en 1976. Nunca quedó confirmada la causa del incidente –los rumores van del típico “asuntos de polleras” hasta las diferencias ideológicas respecto de la Revolución Cubana–, y sus protagonistas siempre han evitado dar explicaciones sobre el altercado. “Vamos a dejar que eso lo descubran nuestros biógrafos para que tengan un poco de trabajo”, ironizó Vargas Llosa acerca de los motivos de la pelea. En tanto, el autor de El coronel no tiene quien le escriba no quiere publicar el segundo volumen de sus memorias porque “tendré que contar cosas que no quiero contar acerca de ciertas relaciones personales que no están del todo bien”, dijo el año pasado en una entrevista con el diario español La Vanguardia.

En Buenos Aires se presentará Gabriel García Márquez: presencia del ausente, que reúne el material producido durante las jornadas homónimas que se hicieron en el Malba, en noviembre de 2005. El libro, que será publicado por Sudamericana, incluirá trabajos de Luis Chitarroni, Juan Forn, Ezequiel Martínez, Daniel Santoro, Félix Luna y uno de los hermanos del escritor: Jaime García Márquez, entre otros. El gran amigo ausente en estos festejos será Fidel Castro. El periodista colombiano Dasso Saldívar, biógrafo de García Márquez, dijo que la actitud del autor de Cien años de soledad hacia Castro es un compromiso con la amistad y aclaró que el escritor colombiano “no quiere darles juego a los enemigos de la Revolución Cubana”. Según su biógrafo, Gabo tiene un libro inédito muy importante, de 500 páginas, que se llama Cuba y el bloqueo, que prometió no publicar hasta la muerte del mandatario.