El inglés Sacha Baron Cohen creó el personaje de un reportero kazajistaní, el tal Borat, que le permitió expresar todo tipo de comentarios inconvenientes sobre mujeres, fieles pentecostales, judíos, norteamericanos de provincia, celebridades como Pamela Anderson, gitanos, amantes de las armas y humoristas estadounidenses en un amplio espectro que demuele jerarquías y permisos para los blancos del humor sarcástico. El suyo es un documental apócrifo que se propone como retrato de la cultura norteamericana contemporánea y, en verdad, es un recorrido por sus peores defectos. “¿Cuál es la mejor arma para defenderse de los judíos?”, preguntó al dueño de la armería, y recibió como respuesta la sonrisa cómplice y la elección de un revolver ostentoso. Si Borat está nominada al Mejor Guión Adaptado, es porque antes Sacha Baron Cohen practicó la confrontación y el mejor método para hacerlos pisar el palito en formato televisivo, con los shows Da Ali G Show y The Eleven O’Clock Show, donde fue Ali G, un fanático del hip hop, con cadena de oro y bandana en la cabeza, dedicado a torturar –desde otra piel– con preguntas fuera de lugar. “Tiren al judío al pozo”, gritó a un público conservador de un bar cualquiera, para conseguir el coro entusiasta que dejó ver los peores hábitos y creencias norteamericanos. En la película, describió a su aldea como un paraíso antisemita cuya fiesta popular es la caza del judío y su esposa. Baron Cohen, por cierto, es judío. “Si se ve todo lo que se filmó con el dueño de la armería, por ejemplo, se comprueba que mantuvimos una larga conversación sobre el arma adecuada para hacerle saltar los cuernos de la cabeza a un judío”, dijo luego el actor en una entrevista. “No fue cámara oculta”, agregó. “Había dos cámaras grandes. No compro esos argumentos del tipo de: Ah, yo no me habría comportado de forma tan racista o antisemita si hubiera sabido que la película se iba proyectar en EE.UU.. Eso no es ninguna excusa.” El gobierno de Kazajstán, que declaró a Cohen persona no grata e hizo una queja formal a los Estados Unidos por el film, no adhiere al argumento.