Después de sus crónicas de la pobreza en Los pibes del fondo, la periodista Patricia Rojas editó este año una posible continuidad en Mundo privado (Planeta/Seix Barral) que consiste en su propio derrotero suburbano por las historias de decenas de chicos de country; se metió en esos mundos distantes detrás de rejas, vallas o primeras fachadas, como murallas; garantizó privacidad y trabajó la confianza de los chicos y chicas a los que nunca prejuzgó; prefirió dejarlos hablar para explorar esas incógnitas todavía no resueltas sobre nuevas formas de educación y crianza: la relación con el mundo exterior, la capacidad de entremezclarse con seres de más allá de los límites de Abril o Highland, los vínculos con otros chicos y con las familias a partir del relato en confianza, abierto, de 64 chicos y chicas que se hacen escuchar. La periodista, que fue finalista con su proyecto del premio de crónicas Seix Barral/FNPI, luchó contra la falta de contactos para tejer sus redes de entrevistas, persuadió a los padres que querían hablar por sus hijos, venció su tendencia a la contraestigmatización, e intentó salir de las versiones trilladas sobre una cierta decadencia de los ámbitos cerrados para pensar en términos más generales a una Argentina que se privatiza, leída en cada nuevo barrio privado que abre sus puertas o decide expandirse un poco más allá.