La presencia argentina en Toronto es tan amplia y ecléctica como todo el festival. En estreno mundial, el productor Oscar Kramer trae El pasado, versión de la novela de Alan Pauls adaptada y dirigida por Héctor Babenco, con Gael García Bernal como Rímini y Analía Couceyro como Sofía, al frente de un elenco que incluye también a Moro Anghileri, Ana Celentano, Mimí Ardou, Marta Lubos y –last but not least– Edgardo Cozarinsky. Es todo un gesto del festival que el film de Babenco esté incluido en la sección Masters, junto a nombres de primerísima línea.

Otro estreno mundial de un film argentino es el de Encarnación, segundo largo de Anahí Berneri, directora de Un año sin amor (2005). Producida por Diego Dubcovsky y Daniel Burman, la película está protagonizada por Silvia Pérez en el papel de una otrora sex symbol, protagonista olvidada de viejas películas clase B, que lleva una vida solitaria y serena en Buenos Aires hasta que, por una celebración familiar, decide volver al pueblo donde nació y que la enfrentará con sus raíces. No bien termine con su debut canadiense, Encarnación salta directamente a San Sebastián, donde competirá en el concurso oficial.

En Toronto también estarán dos que ya pasaron por Cannes y la cartelera porteña: XXY, ópera prima de Lucía Puenzo, y Una novia errante, dirigida y protagonizada por Ana Katz. Una presencia inesperada en el festival será la del abogado Luis Moreno Ocampo, desde hace cuatro años fiscal jefe de la Corte Penal Internacional de La Haya, el tribunal que juzga los crímenes más atroces contra la humanidad. Con esta investidura, Ocampo presidirá un debate acerca de la región africana de Darfur, al oeste de Sudán, donde una guerra civil ya lleva más de 400.000 víctimas y sobre la cual en Toronto habrá varias actividades, entre ellas un documental de Ted Braun y una instalación.