Al igual que en Culpables, como en Locas de amor, Peretti vuelve a transformarse en protagonista de un unitario producido por Pol-ka. Lo que se dice un actor que parecería ser el fetiche de Adrián Suar (aunque también encabezó Criminal en 2005, en este caso con producción de Ideas del Sur). “Cada vez que Adrián me da la oportunidad, junto a la responsabilidad, de hacer un trabajo así, siento orgullo. Pero es un orgullo que dura hasta que me meto a trabajar. Pensar en ello no trae ningún tipo de ventaja. Pero no me siento tan loco, loco, loco por la alegría, porque es muy grande la responsabilidad de lo que me viene. No me siento tan digno de haber recibido el honor hasta no estar satisfecho del trabajo realizado”, explica el actor que mañana toma también el protagonismo en la pantalla grande con La señal, la película que coprotagoniza junto a Ricardo Darín. En el caso de El hombre..., el desafío del actor es salir airoso de la inevitable comparación que tendrá su Van Hess con el de Ibáñez Menta. “Si bien en el ambiente actoral Narciso Ibáñez Menta es muy renombrado como actor, la verdad es que yo casi no me acordaba de su cara. Y eso que lo vi actuar en un montón de películas, en El pulpo negro, en los cuentos que hizo de Edgar Allan Poe”, confiesa Peretti, con una honestidad asombrosa para el medio. “Pero aunque no recuerdo su rostro –aclara–, sí tengo presentes sus personajes. Es un actor, en ese estilo, extraordinario. En El pulpo negro tenía escenas en las que durante minutos enteros hablaba y uno lo seguía sin atisbo de aburrimiento, con esa voz grave que daba información enigmática con una claridad y reverberancia únicas. Es como nuestro Bela Lugosi. Era una voz terrorífica en sí misma, profunda, que hacía que su cinismo interpretativo interpelara al televidente, sin que éste pudiese atraparlo, nunca.” Y, sin crear falsas expectativas ni caer en discursos armados, el actor sólo desea que esta versión del clásico de la TV argentina “sea un programa entretenido de ver. Ni mejor ni peor que el original. Simplemente que provoque que la gente se deje se atrapar por el suspenso y los golpes de terror de la historia.”