- El target que pudo verse pululando por el Monumental estaba bien definido entre los 25 y 35 años: se vieron pocos adolescentes, pero también pocos jovatos con sus hijos. Y aunque el ingreso y concentración fue muy tranquilo, se palpaba una sensación general de “momento histórico”, con la gente sacándose fotos –con celulares, pero también con cámaras digitales–, con la cancha llena de fondo.

- Aunque el bombardeo de merchandising no llegó a los niveles exhibidos en los últimos megafestivales, la cita de River tuvo abundancia de iniciativas publicitarias, desde las fotos que en la puerta se le sacaba a la gente para mostrar en las pantallas y flyers para sorteos en los que había que retirar el premio a la salida, hasta los puestos de merchandising oficial: allí podía verse una amplia selección de remeras con logos de todas las etapas del trío o frases extraídas de canciones (como “Yo solo quiero ser del jet set”, “Me verás volver” o “Una eternidad esperé este instante”), vinchas, discos (15 pesos), pins, gorras y fotos.

- En esos puestos, las chicas y muchachos que atendían al cliente estaban lookeados al estilo ochentoso, con profusión de raros peinados nuevos que agregaba un toque de color. Aunque algunos confesaban por lo bajo que no sabían cómo encararían el largo regreso a casa con esa facha.

- También destacaban otros dos detalles de vestuario: por un lado, los que lucían pelucas azules para promocionar el próximo Personal Fest. Y, por otro, la sobreabundancia de camisetas de Los Pumas, colofón del tercer puesto obtenido por la tarde en el Mundial de Francia.

- El mercado paralelo, que funcionaba más allá del vallado, también tenía lo suyo. Mientras las remeras oficiales cotizaban entre 50 y 60 pesos, en la calle se conseguían otros modelos a 25. Y abundaban los CD piratas de toda la discografía, entre 5 y 10 pesos.

- En las calles aledañas también se verificaba una confusión premeditada: en los afiches de la transmisión de Rock & Pop (ayer sólo se escucharon algunos temas, hoy será en vivo) y de la gira latinoamericana predomina el color amarillo que caracteriza la campaña. Y los muchachos del Pro aprovecharon para insertar los igualmente amarillos afiches de su candidato Carlos Melconian.

- La previa del show fue animada por un personaje que amenaza convertirse en otro icono del rock argentino: desde la pantalla ubicada en el centro del campo, Peter Capusotto se puso el traje de Juan Carlos Pelotudo para dar “clases de sikus” en “Cuando pase el temblor”, y presentó un informe especial sobre los mensajes satánicos ocultos en las canciones de Soda Stereo. Entre las delirantes intervenciones del actor y la música que apelaba una y otra vez a la década del ’80, la gente tuvo con qué matar la espera.

- La Red Solidaria que dirige Juan Carr ya había diseñado una original forma de solicitar la participación ciudadana, al lanzar una campaña que propone donar “un día de tu vida” en vez de dinero, para realizar tareas comunitarias. Pero los shows del Monumental permiten también llamar la atención con una unidad de medida de alto impacto: la misma cancha, que fue utilizada para medir cifras relacionadas con las muertes en accidentes de tránsito, personas por debajo de la línea indigencia o el acceso al agua potable.

- El Ministerio de Trabajo también quiso participar del regreso. Un operativo comandado por el director nacional de Fiscalización, Guillermo Zuccotti, se concentró en verificar que el personal reclutado para los shows se encontrara en regla. “Verificamos la situación contractual de 470 trabajadores que se desempeñaron en este evento y no encontramos anormalidad alguna”, explicó el funcionario.

Producción: Javier Aguirre.