Entre las tapas de Zero que generaron una incidencia mayor en España, y que lograron instalarla en su cómodo lugar de venta masiva de más de 50 mil ejemplares, figuran: José Luis Rodríguez Zapatero (comprometiéndose a trabajar por la Ley de Matrimonio Homosexual), la confesión del político de izquierda Gaspar Llamazares (que apareció en la portada rodeado de hombres con el torso desnudo), la reciente de Gallardón (ver nota) diferenciándose de la actitud reactiva de su partido, celebridades asumidas o no como Javier Bardem, Alaska, Almodóvar y Ricky Martin.

Pero también contribuyeron a instalarla sus informes sobre la realidad internacional de la comunidad homosexual en Polonia y en regímenes musulmanes, entre los más adversos a las sexualidades alternativas. Es habitual, también, que la revista coloque en su tapa a los propios lectores, en pose de modelo –según dice su director– como un mecanismo de diferenciación del modelo de belleza convencional. Sus pares argentinas, las revistas Imperio y Guapo, retoman algunas de las claves que impuso Zero, entre otras el informe de tendencias y conductas, pero todavía ninguna publicación de minorías sexuales siguió su senda en lo político, donde parece más difícil no sólo encontrar lectores disponibles y anunciantes sino conseguir funcionarios que estén dispuestos a conceder entrevistas.