“El conflicto de Mentasti, el profesor de Cristóbal, toca tangencialmente la filosofía de Wittgenstein, autor al que se ha dedicado durante años: la pregunta que lo perturba pasa por la autenticidad: qué hizo él con eso, tal vez se trate de un problema de esnobismo. En los ’90 fue un filósofo muy visitado, una especie de icono de la posmodernidad. Uno de los volantes que conserva el chico contiene una frase que da en el blanco con el personaje: ‘No preguntes qué es el lenguaje: averigua quién habla’. Es de los Upanishads, los libros sagrados de la India. Me la pasó Abelardo (Castillo, su compañero de vida); yo estaba buscando, justamente, una frase que dimensionara la contradicción del personaje. Y esa resultó perfecta. En ese encuentro Mentasti le dice al chico que se olvide de la filosofía y que busque en la poesía; de alguna forma, para mí, es una vuelta a El Parque, que intentó ser un homenaje a la poesía, a la imposibilidad de traducir la poesía. Siempre estoy rondándola, tal vez porque nunca pude escribirla, y porque la leo y me lleva a límites donde la prosa muy difícilmente llega. La poesía es la forma del lenguaje que puede alcanzar zonas del existir y de la experiencia muy distantes de lo material, metiéndose en lo material. Cuando escribo prosa trato de acercarme lo más posible, pero la poesía siempre conserva una distancia.”