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Oscar Araiz inició sus estudios de danza en la Escuela del Teatro Argentino de La Plata, con las maestras Dore Hoyer y Renate Schottelius, con quienes se introdujo por primera vez en la técnica moderna. Interesado desde sus comienzos en la composición, fundó en 1969 el Ballet del Teatro San Martín, del cual fue director artístico. Diez años después asumiría la dirección del Ballet del Teatro Colón, al cual hoy regresa, creando para esa compañía obras como El Mandarín maravilloso, Sueño de una noche de verano y Bomarzo. Tras dirigir durante ocho años el Ballet del Grand Théâtre de Ginebra, en 1990 retorna a la Argentina y al Teatro San Martín para hacerse cargo del Ballet Contemporáneo. Entre sus obras, presentadas alrededor del mundo, se destacan Adagietto, de Mahler; Romeo y Julieta, de Prokofiev; La consagración de la primavera, de Stravinsky; y la más reciente, Boquitas pintadas, basada en el texto de Manuel Puig.