7-Pretty in Black
The Raveonettes Sony BMG, 2005
Adiós al escándalo y las asperezas: como alguna vez hizo Jesus & Mary Chain con Darklands, el segundo disco de los daneses Sune Rose Wagner y Sharin Foo (tercero si se cuenta el EP Whip it on) propone sutilezas sonoras y climas arrastrados. Desde el ruido a púa que caracteriza The Heavens, esta nueva aventura del dúo propone un viaje en el que levantan la intensidad de vez en cuando (Love in a Trashcan, My Boyfriend’s Back, Twilight), pero en general prefiere dejar las explosiones de garage para algún otro momento. Y está bien.
E. F.
7- Loco gringos have a party
Varios. Válvula Discos, 2005
Es de esos discos que pueden provocar una reunión de consorcio exclusivamente dedicada a ese tipo del 3º B que pone cosas raras a todo volumen. 17-grupos-17 dedicados al “South American Stoner Rock”, incluyendo a los argentinos Cruzdiablo, Sick Porky, Buffalo, Vesanico, Hualfin y, claro, Los Natas, y a exponentes de Brasil, Chile y Perú. Como todo compilado, tiene sus momentos buenos y de los otros, pero sirve para demostrar que el subgénero tiene no sólo potencia de decibeles, sino también artística.
E. F.
8-A los cuartetos típicos
Puente Alsina Acqua Records, 2005
Ya desde el título de su primer disco y de su formación, el Cuarteto Puente Alsina hace un recorte, entre todo el universo tanguero cada vez más en expansión, con un homenaje implícito. Los cuartetos de Troilo-Grela y Federico-Grela sirven de guía y punto de partida declarados a este conjunto instrumental, con arreglos originales de clásicos más algunas composiciones propias. En el medio sobresale una versión de Pobrecito mi cigarro, de Yupanqui, con la participación de Alfredo Tape Rubín como invitado.
K. M.
7-Memorias de una pirca
Grupo Chalas Doble F Alterlativo 2005
La escasa difusión que hasta hace poco tiempo tenía la música andina contribuyó a crear clichés y subproductos de mal gusto, como las versiones romanticonas de sikuriadas bolerosas, siempre acompañadas por el organito de rigor. El Grupo Chalas, conformado por músicos de Tilcara más intervenciones porteñas, vuelve sobre algunos ritmos y toques ancestrales de la zona de la Quebrada, con composiciones de su autoría. Así, hace sonar sikus, erques, erquenchos, cajas y wankaras sin introducir mayores variaciones, pero sin caer en distorsiones o fusiones extrañas.
K. M.