Se trató de uno de los ejes más polémicos del debate en la campaña por la Jefatura de la Ciudad de Buenos Aires. El anunciado cierre del canal Ciudad Abierta por parte de Mauricio Macri, con el argumento de sus altos costos y su baja audiencia, parecía no tener marcha atrás. Sin embargo, pese a lo anunciado y defendido una y otra vez por el ahora jefe de gobierno, el canal de los porteños continúa al aire. Claro que acorde con la manera PRO de “pensar la cultura”: con una reducción de más del 80 por ciento del presupuesto y sin ningún objetivo claro de programación. Tras la renuncia a la dirección artística de Cecilia Hecht, luego del triunfo de Macri, Ciudad Abierta se encaminaba a desaparecer. Pero el cierre no fue tal y, finalmente, Macri anunció que iba a modificar los objetivos del canal a través de una “comisión de notables”, encargada de repensar la programación. Pero nada de eso sucedió: la comisión nunca se conformó y, en su lugar, Macri nombró a Juan Puigbó (dirigente peronista de vieja data, sin experiencia audiovisual, catedrático de Flacso) como interventor. Reducido el plantel de trabajadores a casi 50 personas, por el momento Ciudad Abierta se limitará a estrenar durante 2008 no más de 500 horas. Como muchas de esas horas consistirán en la transmisión de eventos organizados por el Ministerio de Cultura, se descubre la intención del PRO de que el canal “que no ve nadie” sea un medio de comunicación de sus anuncios y actos culturales. Puigbó está intentando producir algunos ciclos (uno de deportes y otro de salud), y está convocando a periodistas y escritores que conoció en el diario Tiempo Argentino, donde se desempeñó como secretario. Ciudad Abierta continúa en pantalla, pero con la decisión del PRO de que se autofinancie en el corto plazo. En círculos cercanos a Macri buscan la generación de recursos propios con la venta de material audiovisual al exterior o por medio de una asociación con alguna productora. Puigbó pretende la autarquía de la emisora, para escapar a las intempestivas decisiones de los gobiernos de turno.