Lunes, 7 de abril de 2008 | Hoy
LITERATURA
“El debate de la crítica está pervertido también por confundir el fenómeno de la lectura con la literatura”, plantea Ignacio Echevarría. “Estoy convencido de que no se lee más, de que hay un retroceso de la cultura libresca, pero sin embargo los nuevos soportes textuales han instalado la posibilidad de escribir y de leer más. Los mensajes de texto y el e-mail hacen que hoy escriba gente que antes no escribía una línea”, señala el crítico. “Dada la situación de tensión en que se coloca el circuito literario, los suplementos literarios, al seguir las políticas culturales de los gobiernos, y mucho más si son de izquierdas, parece que ponen como objetivo prioritario la promoción de la lectura. El crítico termina obedeciendo a una consigna de promoción de la lectura; consigna que se traduce en la instrucción de hablar sólo de libros buenos y obviar las críticas negativas, es decir de hacer de la crítica un medio de captación de lectores. Esto supone no sólo malentender la tradición de la crítica sino su función –cuestiona Echevarría–. La pregunta de la crítica no es si leer o no leer sino qué leer. La crítica siempre asume un lector hecho y se dirige a un lector hecho.”
–¿Qué opina de la tendencia de sacar anticipos de libros en los suplementos culturales?
–En la medida que los suplementos culturales son soportes que sirven cada vez más a los propósitos publicitarios de las editoriales, se asume que los anticipos garantizan dos o tres páginas sin tener que pagarle a un colaborador, y además es un modo de hacer publicidad gratuita sin que se escandalice nadie. Se supone que lo que se anticipa es un texto de interés, entonces estamos haciendo un servicio al lector. No conozco mucha gente que lea anticipos, pero creo que el fenómeno forma parte de la pobreza endémica de la cultura.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.