Pasión por la rareza
La cordobesa Kowa es la primera nudista artística drag queen de la Argentina y se dedica desde hace once años a hacer performances. “Me suelen llamar para la onda sado y cosas locas”, dice. “Mi imagen es femenina, pero se nota que hay algo masculino. Oculto mi sexo con una bombacha: lo que ya sabés me lo tiro para atrás.” Filmó videos, posó en calles y plazas de Córdoba, le agregó al desnudo típico el factor intriga: todos querrían detectarle el bulto, tan bien disimulado. “La gente tiene un morbo especial con el desnudo del drag queen o la travesti –sigue–: quieren ver, son curiosos, son prejuiciosos. Les da vergüenza admitir que quieren ver lo raro, ¿cómo esa imagen de chica escondería a un chico? Para el grueso de la gente somos como travestis. ¿Qué convierte a un desnudo en experiencia artística? Es cuando te sale de adentro: es un strip tease con más expresión, con más actitud, cuando sos más original. Podés no estar divina, porque no todo tiene que ser perfecto estéticamente, pero la pasión no te puede faltar”.