LA BúSQUEDA DE VIDA SEGúN UN ESPECIALISTA DE LA NASA
“Los humanos no somos especiales”
Por Alicia Rivera
El País de Madrid
Edward J. Weiler se lanza a hablar de la búsqueda de vida en el universo, el objetivo prioritario del programa científico de la NASA, que él dirige. “Donde hay agua, energía y compuestos orgánicos se forma la vida, y hemos encontrado mucha agua en el universo y mucha materia orgánica; por ende, hay mucha energía”, explica. Pero Weiler es también un astrofísico con deslumbrante experiencia. Durante casi dos décadas ha sido el jefe científico del telescopio espacial Hubble y ahora se presenta el siguiente telescopio espacial, el NGST, que se pondrá en órbita hacia 2010. Weiler tiene 53 años, es director adjunto de la NASA para Ciencia Espacial, y no tiene problemas en hacer afirmaciones contundentes: “Lo que estamos intentando aprender del universo, nunca se había intentado. Hace 20 años, cuando fueron los primeros satélites a Marte, encontraron un planeta muy seco, con antiguos cauces, y la gente pensó que allí debió haber mucha agua hace miles de millones de años. Con las nuevas misiones hemos encontrado evidencias de la existencia de agua subterránea y de que el agua ha fluido en la superficie recientemente, tal vez hace mil años, tal vez hace diez o hace diez minutos... Esto es muy importante porque si queremos encontrar vida en el universo tenemos que encontrar agua. En la Tierra, donde hay agua hay vida, ya sea a 10.000 pies de profundidad en el océano, o en la Antártida o en los charcos sulfurosos y calientes de Yellowstone. Los biólogos han descubierto que si hay agua, energía o alimentos y compuestos orgánicos, la vida se forma, y fuera de la Tierra encontramos mucha agua, mucha materia orgánica y mucha energía”.
–Y, al parecer, hay agua por todo el universo.
–Sí, tanto si se mira a distancias de dos años luz como de millones de años luz, se encuentra moléculas de agua y compuestos orgánicos (alcoholes, azúcares...). Así, la vieja idea de que los humanos siempre han tenido que colocarse a sí mismos en un lugar espacial...
–¿En el centro del universo?
–Exacto. Los antiguos griegos pusieron la Tierra en el centro y probablemente era sensato porque observaban el cielo y veían que todo giraba alrededor. Después otros europeos (Galileo, Copérnico, Kepler) dijeron que esto funcionaba como si todo estuviera dando vueltas alrededor del Sol. Luego descubrimos que vivimos en una galaxia con miles de millones de estrellas y que nuestro Sol no es más que un astro normal. Nos quedaba defender que vivimos en un sistema solar y que tal vez fuera ésta la única estrella con planetas. Pero hace pocos años, los astrónomos empezaron a descubrir planetas alrededor de otras estrellas y ya son 90 ó 95. Así que los humanos no somos nada especial.
–¿Qué queda?
–El último reducto sería decir que somos la única forma de vida en el universo. Pero puede ser que no sea verdad. Uno de los grandes objetivos de la NASA es buscar vida en el universo, es lo que hacemos con nuestras misiones en Marte: buscar agua y, tal vez, vida. Y planeamos telescopios para buscar en otras estrellas planetas parecidos a la Tierra y ver si tienen oxígeno, dióxido de carbono, agua...
–¿No es un riesgo enfocar excesivamente el programa científico en la búsqueda de vida?
–Sí, pero la búsqueda de vida es sólo una parte de la visión del nuevo director de la NASA, Sean O’Keefe. Otra parte es explorar el universo contoda la astronomía, la física solar, la geofísica, las ciencias de la Tierra, etcétera. Además, si uno quiere buscar vida en Marte tiene que saber dónde buscar, comprender el planeta, su geología y su atmósfera. Es decir, que para responder a la gran pregunta de la humanidad de si hay vida ahí fuera hay que hacer mucha ciencia.
–¿Qué otras líneas tiene el programa científico de la NASA?
–Comprender Marte.Gastamos cada año 500 millones de dólares; vamos a enviar dos vehículos de superficie y un satélite orbital, que llegarán en 2004. También estamos con la misión Cassini a Saturno, con la ESA. Llegará a Saturno en 2004, se pondrá en órbita del planeta y lanzará la sonda europea Huygens a la atmósfera de Titán, que creemos que es similar a la de la Tierra hace miles de millones de años.
–¿El programa de Marte es un plan a largo plazo?
–Sí. En 2005 mandaremos naves orbitales y tomaremos imágenes con una resolución de 20 centímetros, como una pelota de playa. La siguiente oportunidad de lanzamiento es 2007. También la ESA está preparando su Mars Express y los franceses planean una nave con módulos de descenso. Es una empresa internacional y habrá un auténtico embotellamiento de satélites en Marte; los italianos planean mandar un satélite de comunicaciones hacia allá. No puedo precisar qué tipo de misiones enviaremos después porque estamos preguntando a los científicos qué quieren hacer. Pero en 2009 enviaremos un vehículo con energía nuclear –un generador de radioisótopos– que, en vez de recorrer un kilómetro y durar un par de meses, funcione cinco años y recorra 100 kilómetros.
–¿Se han tomado medidas para no repetir los fracasos de las dos naves que perdió en Marte en 2000 por fallos estúpidos? Perdón por utilizar esta palabra.
–Es la palabra correcta, fueron fallos estúpidos. En Mars Observer fue un fallo de comunicación entre personas: la NASA exige que los datos de navegación se expresen en sistema métrico y las empresas americanas todavía usan las unidades británicas. La gente del Jet Propulsion Laboratory supuso que estaba recibiendo unidades métricas de Mars Observer y no era así, y hubo un error en la maniobra de entrada en órbita de la nave.
–¿Y la Mars Polar Lander?
–Fue un error humano. Hubo un pequeño problema en la nave, se arregló y se comprobó, pero no se verificó después todo el sistema; esto generó un error en el descenso que hizo que el módulo, cuando estaba a 80 metros del suelo, creyera que había llegado y apagara los motores; la nave se estrelló. Ahora gastamos más dinero para hacer todas las comprobaciones y da sus beneficios: la Mars Odyssey es un éxito.