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Nautilus
Revista de ciencia para chicos
Año 2 Nº 3
C. C. Ricardo Rojas y Eudeba, 24 pág.

Comparar a la ciencia con el inhábil Coyote de los dibujitos animados es un riesgo (y no sólo por la existencia de demasiados postulantes a Correcaminos...). La cuestión es que la revista Nautilus corre ese riesgo y sale airosa: “La ciencia, en algunos aspectos, se parece al admirable Coyote. En el intento de explicar los fenómenos del universo se debe apostar por la creatividad y por el trabajo, a veces apasionante, a veces tedioso; en el laboratorio, en la biblioteca, en otro planeta, en el observatorio, o en los más extraños parajes de nuestra Tierra”. En todo caso, el intento de analogía valió la pena, sobre todo si se piensa a la ciencia como algo siempre provisorio; la ciencia como un Coyote que jamás podrá alcanzar a su esquivo, e irritante, rival.
Más sentido cobra la comparación cuando se pasa del Coyote norteamericano al médico vienés Ignaz Semmelweis, un científico que no pudo (tanto como hubiera querido) imponer su idea de desinfectar las manos de los médicos. Sucede que a Semmelweis se le había ocurrido la genialidad de unir causalmente hechos cuya relación ahora puede parecer obvia: cuando se realizaban autopsias y partos sin que los médicos siquiera se lavaran las manos, las muertes eran muchas más. Hacía falta un notable nivel de abstracción para desentrañar el problema, y audacia para pensar lo impensado e innovar (de alguna manera, como sucede con las absurdas triquiñuelas del Coyote, que no dejan de ser artilugios tecnológicos).
Nautilus también logra que sucedan cosas que, por ejemplo, en Palermo no se consiguen, como que Humboldt y Bonpland se crucen. En este caso, en la sección Exploradores del conocimiento: el francés Aimé Bonpland le siguió la corriente a Humboldt y juntos anduvieron haciendo investigaciones por América del Sur (especialmente importante es el recorrido que hicieron del río Orinoco).
También en este número de la revista: un recorrido por la Biblioteca de Alejandría, destruida en varias oportunidades. En resumen: Nautilus es una buena manera de iniciarse en el interés por la ciencia; sólo cabría reclamarle un poco más de continuidad en su salida.
Martín De Ambrosio