LA CIENCIA EN EL GOBIERNO DE LULA
Giro a la izquierda
Por Leonardo Moledo
La reciente visita al país del ministro de Ciencia y Tecnología de Brasil, doctor Roberto Amaral, del Partido Socialista Brasileño, puso nuevamente en el tapete el estado de la ciencia en la Argentina; un aparato científico actualmente desfinanciado en el que los sueldos de los científicos brillan por su exigüidad. En conferencia de prensa, el ministro brasileño, junto a Julio Luna, titular nacional de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, se explayó, luego de reunirse con el presidente Duhalde, sobre los proyectos de colaboración argentino-brasileña que pretende desarrollar el nuevo gobierno de Lula, y el nuevo enfoque que se le planea dar al sector. Un ejemplo a imitar. Aquí, un breve pasaje del diálogo que Futuro entabló con el ministro.
–Yo soy gran admirador de Lula y quería saber lo siguiente: la ciencia en cierta forma fue algo que la izquierda, el socialismo, por mucho tiempo, reivindicó como factor de progreso. El cambio de gobierno de centro o de centroderecha por un gobierno directamente de izquierda en Brasil, ¿en qué cambia, digamos, el enfoque sobre la ciencia?
–Cambia en la esencia. Para los gobiernos conservadores, la ciencia, como la tecnología, es una razón en sí; o sea, la justificación de la ciencia y la tecnología es la ciencia y la tecnología (valor en sí). Para nosotros, la ciencia y la tecnología son un medio para el desarrollo del humanismo; para quién y al servicio de quién, ésa es la pregunta. Para la construcción de la calidad de vida, para la libertad, para la ciudadanía, para el pueblo... O sea, el cambio es axiológico, valorativo.
–Ud. sabe que muchos movimientos aparentemente de izquierda, especialmente en la Argentina, están influidos por corrientes que sostienen que la ciencia es peligrosa para la humanidad. La ciencia fue siempre peligrosa para la derecha y para los conservadores. Esa noción posmoderna de la ciencia, ¿también opera en Brasil?
–Esa posición más que de derecha es una posición fascista. El fin de la ciencia es la humanidad, el progreso, el conocimiento. La explicación para el aumento de la expectativa y la calidad de vida de la población...
–Las vacunas... la electricidad...
–Eso es la ciencia. Y ella no tiene responsabilidad por su uso. En Brasil, estamos estudiando y trabajando con la energía nuclear no sólo para fines pacíficos (como en medicina). Producción de radioisótopos, por ejemplo. Eso es fundamental en la medicina. Hay otros países que están produciendo bombas. (Nota: el mismo Amaral desató una pequeña confusión diplomática cuando indicó que Brasil debía tener la tecnología necesaria para producir la bomba atómica... pero que nunca iban a construirla.)
–Ahora: para que la ciencia llegue a todo el mundo también se necesitan campañas y una acción de popularización de la ciencia. ¿Ustedes piensan encarar algo en ese sentido?
–La popularización de la ciencia es fundamental en nuestros países. Es un trabajo pedagógico. Hay hoy una instancia entre la ciencia y el pueblo, entre los ciudadanos y el investigador, entre la sociedad y la universidad como si fueran cosas aisladas. En esta cuestión, la ciencia tiene como rol fundamental explicar las consecuencias de un avance en la ciencia y la tecnología. Por ejemplo, puede haber un investigador solitario en su laboratorio trabajando en una proteína que puede mañana significar vacunas para salvar a miles y miles de personas. Pero no se hace esa divulgación. El pueblo no hace una relación, un enlace, entre las investigaciones en ciencia y técnica y su calidad de vida. Cuando se habla en la televisión de la carestía, de los salarios, del precio de los combustibles, toda la gente sabe las consecuencias enseguida. Sin embargo, no hay ninguna información de las consecuencias de la ciencia en sus vidas. Hay que hacer eso.
–¿Y ustedes piensan implementar algún plan nacional?
–Vamos a implementar un plan en el que estamos trabajando. Empezando en la escuela de segundo grado, porque esta generación no esta aún perdida. Divulgar la ciencia entre los jóvenes, también entre los niños. Estamos incluso creando becas para los estudiantes y tenemos una serie de proyectos de trabajo con la población, y arreglos regionales de tecnologías locales.