1953: Impacto en la Luna
Por Mariano Ribas
La leyenda cuenta que hace cincuenta años, y casi por casualidad, un astrónomo aficionado norteamericano fue el único testigo de un impacto en la Luna. Y su cámara lo habría registrado. La historia y la misma foto fueron puestas en duda desde entonces. Pero ahora, dos astrónomas de la NASA dicen que hay muy buenos indicios para aceptarlas.
Un flash en la Luna
Durante el atardecer del 15 de noviembre de 1953, Leon H. Stuart, un apasionado astrónomo amateur, estaba haciendo sus observaciones en el patio de su casa, en Tulsa, Oklahoma. Su telescopio apuntaba a la Luna, como tantas otras veces. Pero esa tarde iba a ser distinta. Stuart acababa de acoplar una flamante cámara fotográfica al aparato, y quería probarla con el rugoso rostro lunar. Después de ajustar el telescopio, tomó cuatro fotografías seguidas. Y cuando volvió a mirar a través de la ventanita de la cámara, observó un breve flash de luz blanca en pleno paisaje lunar. Atónito, Stuart corrió a su laboratorio para revelar la preciosa película. Y tal como lo esperaba, el flash apareció en la cuarta toma. Tres años más tarde, esa imagen fue publicada en la revista The Strolling Astronomer. Stuart estaba convencido de que un gran meteorito había impactado en la Luna, y que su foto era una muy buena prueba. Pero pocos le creyeron, e incluso, hasta se dijo que era un simple fraude.
Evidencias recientes
La historia se diluyó con el tiempo, hasta que hace poco fue rescatada del olvido por las astrónomas Bonnie J. Buratti (Jet Propulsion Laboratory, NASA) y su colega Lane L. Jonson. Con la legendaria foto de Stuart a mano, revisaron montones de imágenes de la Luna tomadas por la sonda espacial Clementine en 1994. La idea era encontrar un cráter “fresco” exactamente en el mismo lugar del hipotético impacto de 1953. Y lo encontraron: una de las fotos de Clementine mostraba un brillante manchón blanquecino, de 1500 metros de diámetro, a 3,88 grados de latitud Norte, y a 2,29 grados de longitud Oeste de la Luna (entre los cráteres Schröter y Pallas). Según ellas, el cráter fue provocado por el choque de un asteroide de 40 metros. Teniendo en cuenta la coincidencia geográfica y el aspecto extremadamente joven de este accidente lunar, Buratti y Jonson están casi convencidas de que es la huella del fantástico evento registrado por Stuart. Y dicen estar felices por haber reivindicado a aquel burlado aficionado de Oklahoma.
Controversia
A pesar de esta flamante investigación, todavía hay quienes dudan de la historia. Peter Brown, un experto en impactos meteóricos de la Universidad de Western Ontario, acepta el relato de Stuart, y hasta la misma fotografía. Pero dice que Buratti y Jonson “han ido demasiado lejos con sus conclusiones”. Y sospecha que el flash no fue más que el brillo de un meteoro que se quemó en nuestra atmósfera, y que, por esas cosas del azar, venía exactamente en dirección al observador, con la Luna como telón de fondo. Suena un tanto rebuscado. ¿Y el joven cráter descubierto por Buratti y Jonson? Según Brown, no es prueba suficiente, porque podría tener varios millones de años, y aun así parecería reciente. ¿Acaso todo fue una fantástica coincidencia? Buratti dice que la interpretación de Brown es “ridícula”. Y agrega otros dos detalles: uno, Stuart era un observador experimentado; y dos, si hubiese sido un meteoro local, y casualmente alineado con la Luna, la foto mostraría una traza de movimiento (porque la toma duró medio segundo). Y no es el caso, porque la manchita es bien puntual.
La controversia continuará. Pero ahora, la legendaria fotografía de 1953 debe ser mirada con más respeto. Y con asombro: al fin de cuentas, es probable que sea el único registro existente de un impacto meteórico en la Luna. Stuart murió a fines de los `60: es una lástima que no haya podido paladear esta tardía pero bienvenida reivindicación.