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“Los sabios de laboratorio nos están cambiando la vida”, comienza profiriendo el profesor y filósofo español Ramón Valls. “Y por eso el mundo necesita más profesores de filosofía”, concluye en los tramos ulteriores de este libro. Es cierto: los avances en genética ya han alcanzado proporciones épicas. Y las oportunidades que han generado promovieron a su vez nuevos problemas.
Entretanto, gran parte de la filosofía, eso que daba vida a los antiguos, continúa desplazando sus ejes hacia la especialización. ¿A qué figura, a qué escuela de pensamiento debemos acudir para relacionarlas con nuestros problemas, con nuestros combates? Tradicionalmente hubo tres grandes respuestas a la pregunta por el sentido de la vida, todas impresentables en el 2003: las ofrecieron las cosmologías antiguas, las grandes religiones y las utopías políticas. Según Valls, es necesario repensar la noción de ética e historizarla, para dirimir los conflictos de un modo civilizado y humano. Porque ser un ser humano es a veces una obligación.
Desde una perspectiva que no pierde nunca de vista la exaltación de la autonomía, el autor reflexiona acerca del aborto y la eutanasia, el suicidio y la vejez indigna. Este libro de ética y filosofía moral está dirigido a personas con “curiosidades intelectuales”, pero más, mucho más, a “aquellas con preocupaciones éticas”.

Sergio Di Nucci