Sábado, 19 de octubre de 2002 | Hoy
NOVEDADES EN CIENCIA
UN MUNDO CON DOS SOLES
(SKY &
TELESCOPE) ¿Se imagina un planeta con dos soles en su cielo? Teniendo
en cuenta que más de la mitad de las estrellas son dobles o múltiples,
y que los planetas parecen ser moneda corriente en el universo, la idea parece
razonable. Sin embargo, hasta ahora no había pruebas muy confiables sobre
semejante y fantástico escenario. Pero tal como informa la
revista Sky & Telescope, un equipo internacional de astrónomos del
Observatorio McDonald acaba de anunciar la presencia de un planeta en torno
a la estrella doble Gamma Cefeo, que está a 45 años luz del Sistema
Solar. Tal como su nombre lo indica, esta estrella pertenece a la constelación
de Cefeo (invisible desde la Argentina), y es lo suficientemente brillante como
para observarla fácilmente a simple vista. Es más vieja, más
grande y más luminosa que el Sol. Y a su alrededor gira una estrellita
rojiza muy pálida en una órbita de 70 años. Pero eso no
es todo: al estudiar cuidadosamente la estrella principal, el astrónomo
alemán Artie Hatzes, su colega estadounidense William D. Cochran, y los
demás integrantes del Equipo de Búsqueda de Planetas del Observatorio
McDonald, detectaron un ligerísimo bamboleo que, según
ellos, no está provocado por la estrella menor sino por un objeto aún
más pequeño y mucho más cercano. Cálculos mediante,
Hatzes y Cochran determinaron que se trata de un planeta con el doble de la
masa de nuestro Júpiter, y que da una vuelta a la estrella principal
de Gamma Cefeo en apenas 2 años y medio.
El hallazgo es notable, pero no tan sorprendente: a fin de cuentas, los astrónomos
ya sabían que un planeta podría mantener una órbita estable
en un sistema estelar doble siempre y cuando se ubique mucho más cerca
de una de las dos estrellas que de la otra. Y ése es exactamente el caso
del planeta de Gamma Cefeo.
LAS NUEVAS RANAS DE SRI
LANKA
(Science)
No son buenos tiempos para las ranas a nivel global, porque desde hace años
que sus poblaciones vienen menguando progresivamente. Sin embargo, un estudio
publicado en la revista Science revela que los bosques tropicales de Sri Lanka
esconden grandes poblaciones de estos anfibios. Y lo más interesante:
allí acaban de aparecer montones de nuevas especies. Recientemente, un
equipo de biólogos liderado por Madhava Meegaskumbura (Universidad de
Boston) estuvo clasificando a todas las variedades de ranas que encontraron
en un parche de 750 kilómetros cuadrados de bosque. Y al
compararlas con los especímenes ya conocidos (teniendo en cuenta su aspecto
físico, sus colores, sus características genéticas y hasta
su croar), Meegaskumbura y los suyos identificaron 120 especies hasta ahora
desconocidas. En cuanto a ranas, Sri Lanka es una zona de gran importancia
mundial, dice el investigador. Otro dato curioso es que la mayoría
de las especies recién descubiertas ponen huevos que pasan por lo que
se conoce como desarrollo terrestre directo. Es decir: los huevos
se incuban en tierra y las crías nacen ya convertidas en adultos en miniatura,
salteando la etapa de renacuajo. Ese mecanismo previamente conocido en
algunas otras variedades de ranas explicaría el porqué del
éxito de las ranas de Sri Lanka, porque muchos de los factores responsables
de la declinación mundial de las poblaciones de estos anfibios (entre
otros, la contaminación de las aguas, las sequías y las inundaciones)
son particularmente críticos en la etapa de renacuajos.
NUEVAS MEDICIONES DE
"G"
(NewScientist)
Al parecer, la fuerza de gravedad es una de las vedettes del momento: varios
grupos de investigadores se han concentrado sobre ella (ver Futuro del 14/9,
Miden la velocidad de la gravedad, y del 28/9, El magnetismo
terrestre y la gravedad). Ahora, un equipo de científicos de la
Universidad de Zurich logró el cálculo más preciso hasta
el momento de la constante (G) que aparece en la Ley de Gravitación Universal
de Newton (la atracción gravitatoria entre dos cuerpos es igual al producto
de las masas de ambos cuerpos dividido por el cuadrado de la distancia entre
ellos multiplicados, justamente, por la constante G; esto es, f= G Mm/d2).
Resulta que G es una de las constantes fundamentales de la naturaleza (como
c, la velocidad de la luz en el vacío, o h, la constante de Planck).
Cuanto mayor sea la precisión con la que se conozca el valor de G, mayor
será la precisión con la que se podrá calcular la fuerza
de atracción entre dos masas. El primero que midió G fue el gran
químico inglés Henry Cavendish en 1798, y desde entonces, los
experimentos se afinaron con instrumentos cada vez más precisos, en el
2000 se había llegado a un valor con sólo 0,0015 por ciento de
error.
Ahora, el equipo suizo capitaneado por el físico Stephan Schlamminger
anunció haber conseguido resultados con una precisión aún
mayor, con errores experimentales de sólo 33 partes por millón.
La medida: 6,67404 x 10-11 m3/(kg seg2).
Para ello utilizaron una balanza sensitiva de laboratorio para medir la diferencia
de peso de dos pequeñas masas que estaban unas por debajo y otras por
encima de enormes tanques de 13 toneladas de mercurio. Calculando cómo
la atracción gravitatoria de los tanques de mercurio afectaba el peso
de las pequeñas masas, los investigadores pudieron determinar el valor
de G. Una medición por cierto muy precisa, hasta que los próximos
cálculos la superen.
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