NOVEDADES EN CIENCIA
La velocidad de los Tiranosaurios
(NATURE) Para la próxima versión de Jurassic Park, Steven Spielberg debería cambiar una de las características que más llamaron la atención del público en los episodios anteriores: la velocidad de los feroces Tiranosaurios Rex. Según un estudio muy reciente publicado en Nature, estos tremendos carnívoros, de hasta 6 metros de altura, no eran tan rápidos como se los muestra en las películas (capaces de alcanzar a un coche sin problemas). Es más, parece que ni siquiera podían correr.
Desde hace un tiempo, el biólogo y especialista en biomecánica John Hutchinson (Universidad de Stanford, Estados Unidos) ha venido trabajando en un tema que ha intrigado a los paleontólogos desde siempre: la velocidad y la agilidad de los grandes dinosaurios. Y junto a un grupo de colegas desarrolló un modelo para calcular la masa muscular que un animal (en este caso, un Tiranousaurio) necesitaría para correr en dos patas. Según este modelo, ejemplifica Hutchinson, un pollo necesita para correr un 4,7% de su masa corporal en los músculos de cada pata. Pero ese es un valor mínimo: de hecho, en la realidad, tal porcentaje es algo mayor en los pollos: un 8,8%. Ahora bien, teniendo en cuenta las características de los Tiranosaurios Rex (como su altura, su peso y su postura bastante erguida), las exigencias deberían ser mucho mayores: para poder correr, estos grandes reptiles habrían necesitado una musculatura equivalente al 43% de su masa corporal en cada pata (es decir, un 86% en total). Y según este científico norteamericano, eso es una imposibilidad práctica. En definitiva: los T. Rex no podían correr, ni aun trotar, porque no tenían la musculatura suficiente. Y entonces, dice Hutchinson, se tenían que conformar con caminar “a una velocidad de 5 metros por segundo” (unos 18 kilómetros por hora, lo que tampoco es tan desdeñable: más o menos, la velocidad de trote de un maratonista). Esos 18 kilómetros por hora les alcanzaban para capturar a sus presas, los dinosaurios herbívoros, que eran aún más lentos.
Hutchinson confía en su modelo, y dice que puede aplicarse “a los grandes dinosaurios en general”. Y varios expertos le han dado el visto bueno. Es más, hace unas semanas se descubrieron las huellas de un gran dinosaurio en Gran Bretaña. Los científicos que las estudiaron estimaron que correspondían a un animal capaz de desplazarse, a lo sumo, a 28 kilómetros por hora, una velocidad que tampoco es nada impresionante. Un último detalle: andar no tan rápido sería una prudente elección evolutiva para estas toneladas con patas. Al fin de cuentas, dice Hutchinson, “teniendo en cuenta el enorme peso de los Tiranosaurios, un tropezón y una caída a alta velocidad podrían ser letales para ellos”.