Sábado, 17 de diciembre de 2005 | Hoy
FINAL DE JUEGO
Donde el Comisario Inspector y Kuhn siguen sintiéndose en peligro
Por Leonardo Moledo
–Cuán precariamente existimos –dijo el Embajador de Inglaterra, que por momentos se volvía más y más traslúcido– y cuán precariamente existen los imperios.
–Nada existe, todo se transforma –dijo Kuhn.
–Sólo existen los átomos y el espacio vacío, todo los demás es opinión.
–Así dice la carta que recibimos ... todo se mezcla, la existencia, la inexistencia, la Nada....
¿Qué piensan nuestros lectores de lo que está pasando?
Tres personajes en busca de un autor
Observar al Embajador de Inglaterra “un poco borroso o si se quiere, transparente” me llamó a la reflexión. El Comisario Inspector y Kuhn existen porque ocurren en un aquí y ahora, porque las historias de “Final de juego” nos acontecen, son ficciones que forman parte de nuestra realidad; comprendiendo por ésta a la “construcción discursiva de la realidad”.
Concebir la construcción social de la realidad como discursiva implica pensar que cualquier ceremonia, rango de jerarquías, distribución arquitectónica, columna científico-humorística en un newspaper local es susceptible de ser analizada como objeto social. ¿Al sostener el carácter discursivo de un objeto no ponemos en duda su existencia física? La existencia empírica de los objetos es independiente de su articulación discursiva: una erupción volcánica puede ser vista como un fenómeno de la naturaleza o como el reflejo de la ira de Dios. La especificidad del fenómeno “erupción volcánica” depende de la estructuración en un campo discursivo, lo cual no niega su carácter empírico sino “la afirmación que ellos puedan constituirse como objetos al margen de toda condición discursiva de emergencia”. (Laclau y Mouffe, 1987: 123)
Estimado Embajador de Inglaterra, comienzo a verlo más nítido, ya no lo visualizo fuera de foco como en escenas anteriores. Y sinceramente me alegra. Lo invoco a la sublevación, a la lucha por ese espacio adquirido. ¿Es tan fuerte el poder del autor que no deja intersticios para la rebelión o la creación de grietas, de fisuras?, ¿es imposible pensar en la posibilidad de una multiplicidad de puntos de resistencia?
Comisario Inspector,usted seguramente posee artilugios para “convencer” a los correctores sobre la modificación de una letra en el texto. ¿Qué puede cambiar una letra?, se preguntará. Domina el masculino y el femenino, el singular y el plural y puede tal vez de esa manera (a puro error de tipeado) modificar la historia de la cual es hacedor.
El Comisario Inspector, quien vino a pasar un fin de semana a Santa Fe, me mira y saca de su chaqueta impermeable un libro de Luigi Pirandello y lee fragmentos de la obra Seis personajes en busca de un autor:
EL PADRE: (...) el personaje tiene una vida verdaderamente suya, con carácter propio, por lo cual siempre es “alguien”. Pero un hombre... –no lo digo por usted– un hombre en general, puede ser “don Nadie”. (...) si nosotros (los personajes), aparte de la ilusión, no tenemos otra realidad, debe usted desconfiar de la suya: de la realidad que hoy siente y respira; porque, como la de ayer, puede ser mañana sólo una ilusión.
Analía Benigni
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