–Mucha gente se sorprendió de que Wittgenstein frecuentara una comisaría –dijo el Comisario Inspector– aunque nadie dejó de resolver el enigma por eso.
–Bueno –dijo Kuhn–, que Wittgenstein estuviera a las 8 de la mañana en una comisaría podría ser una simple coincidencia.
–Las coincidencias son raras –dijo el Comisario Inspector– y muchas cosas que llamamos coincidencias son simples desajustes entre las leyes de las probabilidades y el sentido común.
–Tendríamos que volver a los enigmas probabilísticos –dijo Kuhn–. Me acuerdo que suscitaban interesantes discusiones.
–Bueno –dijo el Comisario Inspector–, entonces, pongamos uno. Un enigma de cumpleaños. Resulta que una vez Lóránd Eötvös...
–Del cual prometimos hablar y no lo hicimos –recordó Kuhn.
–Pocas veces cumplimos nuestras promesas –se lamentó el Comisario Inspector–. Me pregunto por qué será –y al cabo de un momento siguió con el enigma–. Resulta que una vez, después de pensar un rato en el misterio de la masa inercial y la masa gravitatoria, fue a una reunión donde se encontró con otros científicos. Mientras tomaba una copa de bourbon en compañía de un joven químico y su esposa, ésta dijo: "Naturalmente, si en este salón hubiera 366 personas, forzosamente, dos de ellas cumplirían años exactamente el mismo día". "Sí, le contestó Eötvös, pero en este mismo salón, hay un 50 por ciento de probabilidades de que dos personas celebren su cumpleaños el mismo día." ¿Cuántas personas había en el salón?
¿Qué piensan nuestros lectores? ¿Cuántas personas había? ¿Y es cierto que el Comisario Inspector y Kuhn "rara vez cumplen sus promesas"?

Correo de lectores

Respuesta e incognita
Estimado Kuhn:
Hago llegar aquí mi respuesta al “enigma” que involucra a Ludwig Wittgenstein: eran las ocho de la mañana, siendo ésta la única hora del día que puede ser determinada cumpliendo con el requisito de sumar un cuarto del tiempo faltante para la medianoche y la mitad del transcurrido desde la medianoche anterior, es decir, cuatro horas más otras cuatro.
¿Podríamos saber si Wittgenstein atinó a darle las gracias al rebuscado oficial o si le contestó otra cosa? Por mi parte, ante tanta complicación para saber la hora, tuve por un momento la tentación de ponerme a tono expresando la solución en attosegundos, o sea en trillonésimas de segundo.
Un cordial saludo para usted y todos sus colaboradores.

Alberto De Renzis
Capital Federal

DEDUCCION RAPIDA
Seguramente haya deducido rápidamente qué hora era, ayudado por el hecho de que estaba amaneciendo. El oficial le dio una simple ecuación, que decía algo así:

(24h - Hora Actual)/4 + Hora Actual/2 = Hora Actual

Con un poco de esfuerzo pudo saber que eran las 8 en punto. Seguramente después de ese momento haya acuñado la frase que se le atribuye: “Todo lo que puede ser dicho, puede ser dicho claramente”.

Saludos,
Guillermo Wald

LA ECUACION DE LUDWIG
Amigos Kuhn y Comisario Inspector:
Ludwig Wittgenstein debió haber notado que si se encontraba en una hora X del día, un cuarto del tiempo que había entre X y la medianoche podría representarse como (1/4)(24-X), y la mitad del tiempo entre la medianoche y X no era otra cosa que (1/2)X. Y que sumando estos términos se obtendría X.
Es decir:

X=(1/2)X+(1/4)(24-X)

Y haciendo cuentas se llega a que X=8, quizá demasiado temprano para andar haciendo filosofía analítica por las comisarías del barrio. Un abrazo.

Fabio Bernasconi

HERR WITTGENSTEIN
El problema es sumamente fácil de resolver, pero me pregunto, si los filósofos, como Herr Wittgenstein, están formados para resolver, aunque sea, una simple ecuación con 2 incógnitas. Considero que deben responder a otro tipo de preguntas, más trascendentales, y dejar para mortales entrenados en otro tipo de disciplinas la solución de esta clase de problemas. Pobre Wittgenstein, dejémoslo meditar sobre la ética, la existencia, la verdad o no de nuestras percepciones, y no lo distraigamos con problemitas matemáticos. (...)

Santiago Kukurutz