LA IMAGEN DE LA SEMANA
“Un agujero negro podría tragar la Tierra”, anunciaban asustados varios medios paranoicos en 1999. La afirmación, bastante lejos de ser verdad, había surgido tras el anuncio de que físicos norteamericanos habían construido un acelerador de partículas bastante poderoso (el Relativistic Heavy Ion Collider) cuyos experimentos –reproducir las condiciones iniciales del universo haciendo chocar iones de oro– podrían llegar a crear un agujero artificial que engulliría al planeta entero. Lo cierto es que el acelerador funcionó y la Tierra sigue en pie. Desde entonces las imágenes y afirmaciones que arroja son increíbles: por ejemplo, la conclusión de que apenas unos microsegundos después del Big Bang, el cosmos primitivo era más parecido a un líquido de quarks y gluones (dos tipos de partículas elementales) que a un gas, como se pensaba hasta ahora. El dato es fascinante pero no tanto como esta imagen.