Drogas argentinas
Los estudios sobre audiencia realizados en Argentina muestran que el tiempo promedio frente al televisor es de más de 4 horas por día. Es decir que hay un porcentaje significativo de la población que supera las 4 horas consideradas como un síntoma de posible adicción.
La Dra. Liliana Millas, coordinadora del Grupo de Investigaciones y Asistencia en Drogadependencia del Hospital Rivadavia, reconoce que no tuvo, hasta ahora, casos de adictos a la tele en su servicio. Sin embargo, encuentra similitudes entre lo que se busca en ciertas drogas con lo que genera el aparato de tv: “Lo que define una adicción es la compulsión de la persona hacia ciertas sustancias o, en este caso, objetos. A partir de cierto punto, en algunas personalidades, toda la vida se estructura en torno a ella”.
“Por ejemplo, unas de las drogas más populares, especialmente en momentos de crisis –explica la Dra. Millas–, son las benzodiacepinas, utilizadas en calmantes, que sirven para deprimir el sistema nervioso, al igual que el alcohol, una droga de igual efecto aunque al comienzo actúa como euforizante. Estas drogas sirven como forma de olvidar los problemas, algo que también probablemente logra la tele, aunque por medios no químicos.”
Las drogas que deprimen el sistema nervioso y relajan llenan un espacio de preocupación o simplemente de vacío, gracias a que el sujeto queda inhibido de pensar, algo que se siente como un alivio mientras dura el efecto.
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