Niels Bohr y la estructura del atomo
Cuando en abril de 1911, el físico Ernest Rutherford enunció su clásico modelo de la estructura del átomo creyó haber descripto fehacientemente las bases constitutivas de la materia. Su propuesta partía de la idea de un núcleo central, cargado positivamente, rodeado de electrones de carga negativa, como un pequeño sistema planetario. Sin embargo, este modelo atómico tenía un inconveniente: la inestabilidad, ya que, según la teoría electromagnética clásica, un electrón que girase en torno de un núcleo irradiaría –y por lo tanto perdería– continuamente energía, hasta caer en el centro del átomo.
Lo que hizo Bohr fue “arreglar” el modelo de Rutherford; tomando las ideas cuánticas de Max Planck y Albert Einstein, dedujo que la radiación del electrón sólo se emite cuando un electrón “salta” de una órbita a otra. Por el modelo así construido del átomo de hidrógeno, recibió en 1922 el Premio Nobel de Física.
Bohr había nacido el 7 de octubre de 1885 en Copenhague, Dinamarca. En 1911 se doctoró en la universidad de su ciudad y al año siguiente marchó a Inglaterra a estudiar en el Cavendish Laboratory de Cambridge bajo la dirección de Sir Joseph Thomson. Sin embargo, no fue allí donde desarrollaría su potencial científico, sino en Manchester. Allí, un encuentro con Rutherford encauzaría su carrera: desde entonces su obsesión fue el átomo y su estructura. Cuando los nazis accedieron al poder, Bohr se ocupó de conseguir ubicación a sus colegas perseguidos en Alemania. Más tarde, él mismo debió huir de la Dinamarca ocupada por los nazis. Ya en los Estados Unidos, trabajó sobre la fisión nuclear que abrió el camino a la primera bomba atómica y luego formó parte del Proyecto Manhattan en el laboratorio Los Alamos, Nuevo México.
Fue uno de los más grandes físicos del siglo XX. Murió en 1962.
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