futuro

Viernes, 11 de octubre de 2002

COSMOLOGíAS REDONDAS, COSMOLOGíAS PLANAS

La forma de la Tierra

Por Martín De Ambrosio

Contrariamente al pensamiento escolar más establecido, en la época de Colón ya casi todo el mundo sabía que la Tierra era “redonda”. La principal disputa del genovés por el financiamiento de su viaje tuvo que ver con los cálculos acerca del tamaño que debería tener el planeta para que se pudiera llegar a “las Indias” en un tiempo razonable de viaje (ver nota central). Por entonces, ya tenía unos 18 siglos la muy audaz hipótesis del griego Aristarco de Samos, que no sólo daba por sentada la forma de la Tierra sino que también sostenía que daba vueltas alrededor del Sol, inmóvil en el centro del universo. El de Aristarco fue el primer sistema heliocéntrico que se conoce, y aunque no prosperó en su momento, le brindó un servicio no menor a Copérnico, quien lo citó como antecedente para postular sus revolucionarias hipótesis de 1543.
Lo cierto es que la esfericidad de la Tierra (e incluso su tamaño) era un hecho perfectamente conocido por la ciencia griega: Aristóteles brindó numerosas pruebas y su cosmología, que a su vez era una modificación de la de Eudoxo de Cnido, era un conjunto casi interminable de esferas en cuyo centro estaba la esfera de la Tierra. Eratóstenes de Cirene, por su parte, calculó con bastante precisión la circunferencia terrestre. Pero fue Claudio Ptolomeo quien en el siglo II después de Cristo llevó el pensamiento astronómico griego a su culminación; en la obra que los árabes llamaron Almagesto, daba por sentada una tierra esférica e inmóvil en el centro de su particular –y notablemente preciso– sistema, pletórico de engranajes planetarios. Hubieron de pasar más de 1300 años para que Copérnico empezara a desbarrancarlo, pero para todos ellos cabían pocas dudas acerca de que la Tierra era una gigantesca esfera.

Los caballeros
de la Tierra plana
Sin embargo, desdeñando distintos tipos de pruebas (fotografías satelitales, viajes a la Luna, la travesía de Magallanes y Elcano, viajes en avión, etc.) y en un audaz movimiento de retroceso, existe un grupo –¿una secta?– que asegura con fervor y sin rubores que la Tierra es plana. Los miembros de esta Sociedad de la Tierra Plana sostienen hoy, en el siglo XXI, que la Tierra es tan plana como un disco, que su centro es el Polo Norte, y que todo este disco está rodeado por inmensas murallas de hielo que nadie ha podido cruzar. Según la Sociedad, la Luna mide 51 km de diámetro y está a unos 400 km de distancia; el Sol, ligeramente mayor que la Luna, se encuentra a 5000 km de la Tierra. Esto no es todo: la Luna brilla por sí misma y los eclipses son ocasionados por cuerpos extraños que se interponen entre ellos y nosotros. Los miembros de la Sociedad se sienten seguros en una tierra plana que no desmiente a la Biblia, en la que aseguran estar basados: en algunos versos del Antiguo Testamento se narra que Jesús asciende “hacia arriba”, al cielo, y por lo tanto tiene que haber un arriba y abajo absolutos, y no “puras relatividades” a la Galileo.
Según ellos, la teoría copernicana desea ridiculizar el texto sagrado; ergo, es mentira, según tal extraño silogismo. Insisten en que el sentido común, y los sentidos en general, tornan verdadera la idea de que la Tierra es plana. Uno de los integrantes de la Sociedad es una australiana de apellido Marjory que ofrece una prueba contundente: en Australia la gente no anda cabeza abajo, como debería si en verdad la Tierra fuese redonda.Pero hay más de esta clase de, por decirlo así, argumentos. Ellos están seguros de que el amanecer y el ocaso no son más que ilusiones ópticas y, por supuesto, la llegada del hombre a la Luna y toda la carrera espacial es un invento de Hollywood. Y el guionista, según afirmaba Charles K. Johnson, presidente de la Sociedad, fue nada menos que Arthur Clarke, el autor de la novela 2001 Odisea del Espacio que Stanley Kubrick llevó con éxito al cine. Según Johnson, que murió el año pasado, toda esta “puesta en escena” tuvo un gran éxito, pues los conspiradores (como era de esperar, con llegada al gobierno de los Estados Unidos) atrajeron a mucha gente que pensaba que la Tierra era plana hacia el bando de los que piensan que es redonda. Entonces, la finalidad de la Sociedad de la Tierra Plana es presionar para que Estados Unidos termine con el programa espacial y reconozca la llana verdad.

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