La cesárea del César
La asociación de nombres es evidente y casi inevitable: César-cesárea. Sin embargo, según cuentan los historiadores, habría habido numerosas operaciones de este tipo mucho antes de la época del famoso Cayo Julio César (101 a.C.- 44 a.C.). El que dio el puntapié inicial a la leyenda fue Plinio el Viejo (23-79) quien, en su Historia Natural, afirma que el general romano nació de esta manera (aunque el dato es cuestionable porque la madre de Julio César seguía viviendo en la época en que su hijo conquistaba territorios, y la operación cesárea en una mujer viva era inconcebible en esos tiempos).
Sin embargo, las leyendas se extienden hacia atrás: según la mitología griega, Esculapio y Dionisios nacieron por cesárea. La historia está llena de curiosidades acerca de esta operación: por ejemplo, antes del 1500, el Islam se oponía férreamente a ella y señalaba que cualquier niño nacido por este método era descendiente del demonio y debía ser sacrificado. Pero fue recién en el siglo XVI que un médico francés, Francois Rousset, utilizó por primera vez el término en un tratado médico, en un época en la cual la anestesia brillaba por su ausencia y cualquier intervención médica era tan escalofriante como mortal.