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- Son gemelos idénticos que se desarrollan en una misma placenta a partir de un único óvulo fertilizado.
- Su ocurrencia se atribuye a factores (genéticos y ambientales) que obstruyen la separación de los gemelos a los trece días posteriores a la fertilización del óvulo.
- Siempre son del mismo sexo.
- En general son mujeres, en una proporción de 3 por cada varón.
- Algunos estudios epidemiológicos dicen que ocurren en uno de cada 40.000 embarazos y representan uno de cada 200.000 niños nacidos vivos. Otros hablan de una ocurrencia variable que oscilaría entre los 25.000 y los 80.000 partos.
- Un trabajo publicado en 1987, a partir del Estudio colaborativo Latinoamericano de Malformaciones Congénitas (Eclanc) que analizó 1.700.000 partos ocurridos en América latina entre 1967 y 1986, habla de una ocurrencia de uno por cada 75.000 nacimientos.
- Según la literatura médica, la forma más frecuente son los llamados toracopagos, unidos por delante a la altura del tórax. Representan el 35 por ciento de los casos y siempre comparten el corazón. Otras formas frecuentes son los omfalopagos, unidos por delante pero por debajo del tórax. Representan otro 30 %. Los pigopagos: unidos por las caderas, nunca comparten el corazón, son el 19 %.
- Formas más infrecuentes son los iscopagos, que poseen sus extremidades unidas por delante (6 %), los parapagos, en las que éstas están unidas en forma lateral y que suelen tener cuatro piernas (5 %), los craneopagos (2 %), en los que la unión afecta sólo a los cráneos, como en el caso de las gemelas iraníes, y menos frecuente aún: los cefalopagos, unidos por la parte superior del tronco, con una cabeza que muestra dos rostros en lados opuestos.
- Pero sin duda las formas más raras son los llamados gemelos “parasitarios”, parejas asimétricas en las que uno mucho menos desarrollado depende del otro, y el “feto en feto”, en los que uno de los gemelos, también muy poco desarrollado, se halla en el interior del cuerpo de su hermano.
- Las posibilidades de separar quirúrgicamente a dos gemelos siameses dependen del tipo de unión. Cuando ambos hermanos comparten órganos vitales como el corazón, es imposible. En el caso de las gemelas iraníes, los cerebros de Ladan y Laleh compartían el seno venoso que funciona como sistema de drenaje cerebral, lo que resulta extremadamente difícil de resolver quirúrgicamente.