Es probable que el martes próximo, durante la sesión de la Cámara de Senadores, el aborto en Uruguay deje de ser considerado un delito, tal como sucede desde hace 66 años (durante cuatro años, entre 1934 y 1938, fue legal). Aunque el proyecto de ley que se tratará el 13 de abril viene sufriendo un trámite complicado y con demoras desde que, a finales del 2002, la Cámara de Diputados le diera su aprobación y lo remitiera para el proceso de audiencias en la Comisión de Salud (se esperaba, en realidad, que fuera tratado en las últimas reuniones del cuerpo del período 2003, pero una férrea y mediática oposición de la Iglesia Católica anegó las negociaciones y llegó a modificar algunos votos favorables), se trata de la primera iniciativa legislativa de Latinoamérica con visos de convertirse en realidad. Para apoyar el proyecto, “porque el aborto es un asunto de libertad y de derechos humanos”, se está gestando una autoconvocatoria (“por las nuestras, sin que nos inviten organizaciones, partidos políticos ni iglesias”) para reunir la mayor cantidad de manifestantes posible el lunes 12 de abril entre las 19 y las 20 en la Plaza de la Libertad (Montevideo): “Las muchas miles de uruguayas que abortan cada año no son criminales. Todos lo sabemos, por eso la policía no las persigue y la Justicia no las encarcela”.
Por otra parte, la Coordinación Nacional de Organizaciones Sociales por la Salud Reproductiva distribuyó un modelo de carta para que quien desee manifieste su adhesión en su propio nombre, enviándola a los/as senadores/as de Uruguay (
[email protected]): “El martes 13 de abril espero que se vote a favor del Proyecto de Ley de Defensa de la Salud Reproductiva, reconociendo así que los Derechos Sexuales y los Derechos Reproductivos son parte indivisible de los Derechos Humanos. Toda la población merece educación sexual para prevenir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir”.