RAMOS GENERALES
En cualquier momento, el congreso de Mendoza retomará el debate sobre el proyecto para habilitar la realización de ligadura de trompas y vasectomía en los hospitales públicos. La iniciativa consiguió media sanción hace más de dos años en la Cámara de Diputados provincial, pero desde entonces aguarda el tratamiento en comisiones del Senado. Actualmente, en Mendoza la contracepción quirúrgica sólo puede realizarse libremente –y pago mediante– en consultorios privados. Gracias a una resolución del Ministerio de Desarrollo Social y Salud, los centros de salud pública sólo acceden a realizar ligaduras (y no vasectomías) tras un engorroso proceso: sólo si otros métodos anticonceptivos no fueron eficaces, la mujer debe presentar un consentimiento por escrito ante un comité ético; ese comité elabora informes físico-clínicos y psicosociales, y luego toma una decisión sobre el caso.
El Centro de Estudios de Estado y Sociedad (Cedes) está reuniendo adhesiones para una solicitada sobre la despenalización del aborto que –además de recordar las cifras de mujeres que mueren o sufren consecuencias indeseadas gracias a la situación de clandestinidad– plantea que la despenalización “reconoce la condición humana de las mujeres, mejora la capacidad del sistema de salud de atender las complicaciones de los abortos y disminuye las muertes maternas (...). La despenalización del aborto implica no castigar dos veces a una mujer que ya fue privada de derechos antes de abortar”. Las firmas de apoyo deben enviarse a despenalizacionesa [email protected]
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