El Reino Unido decidió otorgar cinco millones de dólares al Programa Global de Abortos Seguros. La intención del gobierno británico es persuadir a otros países a ayudar a prevenir miles de muertes de mujeres en el mundo en países centrales. En tanto, Estados Unidos no imitará la medida británica e impedirá ayuda financiera a los organismos de salud en países denominados “en desarrollo” que no se comprometan a negar servicios de abortos ni a desaconsejar a las mujeres para que se los realicen.

La llamada “mordaza global” fue impuesta por el presidente George W. Bush en 2001. Desde entonces, la Federación Internacional de Planeación de la Familia, o IPPF en sus siglas en inglés, aseguró en un reciente informe, llamado Muerte y negación: el aborto inseguro y la pobreza, que “este año 19 millones de mujeres se enfrentarán a heridas graves, enfermedad y muerte como consecuencia de abortos realizados por gente no capacitada”. Mientras tanto, según la Organización Mundial de la Salud, las operaciones clandestinas causan la muerte de unas 70.000 mujeres cada año.

Microemprendedoras al calabozo

Cinco miembros del Movimiento de Mujeres Desocupadas de Tartagal, Salta, permanecen presas luego de haber sufrido una violenta represión policial durante una manifestación en la que reclamaban financiación para proyectos productivos.

Alrededor de unas treinta manifestantes cortaban el 27 de enero la entrada de la empresa Contreras Hermanos, contratista de Pan American Energy, ubicada en Piquirenda, cerca de Tartagal. La policía salteña las desalojó y encerró a 17, de las cuales cinco todavía permanecen detenidas.

En un comunicado de prensa, Sara Juárez, una de las referentes del movimiento, pidió solidaridad y ayuda legal, ya que no tienen quien las represente ante la Justicia. “Había mujeres embarazadas y con chicos –denunció–, nos arrastraron de los pelos y nos lastimaron a todas.”

Las desocupadas no reclamaban puestos de trabajo en la empresa sino subsidios para llevar adelante sus propios proyectos productivos.