Internacionalizar la justicia

“Yo me escapé con otras tres a las que dije que se fueran conmigo y que me siguieron a regañadientes porque se sintieron prisioneras de un ‘cahuín’ (cabaret) donde se pagaba poco, cuando tenían la posibilidad de ganar mucho más en otros de más nivel y mejor clientela.” Eso declaró Gladys Velarde, una de las 10 argentinas que denunciaron a una red de proxenetismo que las llevó, engañadas, desde Salta hasta Chile para prostituirlas. El 24 de enero había llegado a Antofagasta, luego de contestar un aviso de El Tribuno que solicitaba mozas para un restaurant familiar. “No soy inocente –declaró– y sé que recurrentemente esos avisos son para cabarets o lugares análogos. Pero también los hay verdaderos (...). A todas nos engañaron, aunque el resto de mis compañeras haya decidido aceptar un rol muy diferente al que se les ofreció cuando partimos desde Salta (...). Ellas reconocieron todo pero no motivadas por el deseo de que se descubra la banda, sino para no quedar expuestas como cómplices.” Inicialmente, la causa quedó radicada en Chile, pero en el último tiempo Gladys denunció haber recibido amenazas (“ya vas a ver lo que te pasa en Salta) de parte de las personas a las que acusó (Mirta Cifuentes Sáez, su marido Chico Rojas y Silvana Flores González), por lo que ahora intentará llevar adelante un juicio internacional.

Una prueba de fuego

Qué medidas tomar para evitar que durante el Mundial de Fútbol se incremente, como suele suceder, el tráfico y la prostitución de mujeres fue el tema que convocó al Consejo de Ministros de Justicia de los Veinticinco, un bloque europeo que incluye a dos países clave en el tema en los meses por venir: Alemania y Suecia. Desde hace años –reclamó el lobby del movimiento de mujeres europeo que logró atención al tema–, la regulación ha llevado a que en Alemania la prostitución sea comprendida como “un negocio normal”, lo que “contribuye a la explotación”. Desde 1999 la ley sueca, en cambio, castiga al cliente “y no a la mujer, y ya ha demostrado ser efectiva para reducir el tráfico”, lo que la convierte en un modelo para mejorar la igualdad entre hombres y mujeres y combatir efectivamente el tráfico y la explotación. El Consejo de Ministros de Justicia volverá a reunirse a fines de abril.