Magnate de su propio emporio, MC, Mujer; sucinta sucesión de emes que cabrían en una aproximación a Nicki Minaj, la rapera de peso específico con fama de chica dura. Quien además, desde las últimas semanas, incorpora una involuntaria eme más: la de Musa de una artista que la llama “un icono feminista”. Ocurre que, inquietada por el extremismo del controvertido clip Anaconda (donde, sueltita de pilchas, la negra sensación no se priva de sacudir sobrada y sugerentemente el generoso culote) e indignada por los comentarios degradantes que le siguieron, la fulgurante Camille Henrot (1978, París) decidió versionar el mentado video, con peculiar giro: a través de una serie de dibujos evocativos, inspirados en la presunta amazona (léase, doña Minaj). De líneas delicadas, con un estilo fluido que remite a Henri Matisse, las ilustraciones rinden homenaje a la “radicalidad y majestuosidad de Anaconda”. Así lo aclara quien ganase el León de Plata en la Bienal de Venecia de 2013 por su obra Grosse Fatigue sobre sus libres y desprejuiciadas damas danzantes.

“No parece una apuesta particularmente sexy; en todo caso, resulta una declaración que llama a desterrar los estereotipos femeninos y abrazar las particularidades. Es un clip vulgar, sí; pero hermoso. Me gusta pensar que NM lo hizo para provocar una crítica: abusando del arquetipo rapero de mina perreando, prende la mecha y genera un odio deliberado que nos hace reflexionar sobre la aversión social a la sexualización de las mujeres. Básicamente, se vuelve una caricatura de lo que la gente quiere que sea”, expone Henrot sus explicaciones ¿Será...? Pues, no es la única en destacar que lo que a menudo es tildado peyorativamente como “hipersexualización” en Nicki, no deja de ser un modo de confrontar con las nociones arcaicas de feminidad, tema que amerita debate. Por lo demás, ¿qué responde la hip-hopera cuando le increpan que fue demasiado lejos con su video? Sin repetir y sin soplar: “Si un hombre hiciera un clip similar con mujeres sexies, a nadie le importaría. Ningún varón se queja cuando mira tetas y culos todo el día, ojeando catálogos de Victoria’s Secret... Debería darles vergüenza. Deberían sentirse avergonzados por destruir Anaconda y ni siquiera chistar ante esta industria que nos cosifica a las mujeres tanto y tan constantemente”.