“Que el Estado Nacional nos haya permitido ser parte de la creación de las políticas públicas de empleo nos allanó el camino para llegar a este debate que nos permite gozar del derecho genuino al trabajo”, resalto Diana Sacayan, del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL) cuando se aprobó el cupo laboral para personas trans en la Provincia de Buenos Aires, en declaraciones que fueron publicadas por Las12, el 25 de septiembre de este año.

Diana Sacayan fue asesinada el fin de semana pasado en el marco de un crimen de odio. Su trabajo como militante se plasmó en más derechos. Ella fue una de las impulsoras de la ley, aprobada hace apenas un mes en la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires, por la que se establece que en toda la administración pública provincial –y bajo todas las formas de contratos laborales- siempre tiene que haber un piso de, por lo menos, el 1 por ciento de personas trans, travestis o transgénero que reúnan condiciones de idoneidad para ocupar un cargo.

La diputada Karina Nazabal, del Frente para la Victoria, fue quien presentó el proyecto con el apoyo de Sacayan, Lohana Berkins de la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (ALITT); Marlene Wayar, de Futuro Trans y Darío Arias de Jóvenes x la Diversidad. Ella resalta su dolor ante el travesticidio de Diana, a la que considera su amiga, maestra y compañera, y su intención que la norma lleve su nombre en homenaje a su lucha: “La ley es sueño, militancia y letra de Diana. Claro que la trabajamos en equipo con abogados y referentes en los temas laborales. Pero es un anhelo de Diana anterior a la ley de matrimonio y a la de identidad de género. Y se logró aprobar una norma única en el mundo. Es su ley y tiene que llevar su nombre para que siempre se sepa que ella luchó por la inclusión laboral genuina de la población trans y por el reconocimiento como sujetos de derechos de todas las personas más allá de su orientación sexual y su identidad de género”.