“Egipto tiene a Khokha, India tiene a Chamki y ahora, desde los pasados días, Afganistán tiene a Zari, una niña de 6 años, primer personaje local de la versión afgana de Sesame Street”, recuenta el Huffington Post al momento de presentar a la flamante vecina que acaba de mudar sus petates a Baghch-e-Simsim (tal es el nombre del show en las susodichas latitudes), asistiendo en la misión que el show se dispusiese desde 1969 en adelante: que lxs niñxs crezcan “más fuertes, más inteligentes, más amables”. Claro que esta muppet púrpura, que viste lustrosos materiales regionales y lleva mechas colorinches, llega con propio objetivo bajo el bracito: promover el empoderamiento femenino en uno de los países más peligrosos del mundo para ser mujer, donde la mayoría de las damiselas son analfabetas, los casamientos forzados son una realidad de hecho y la tasa de mortalidad es la más alta del globo. De allí que no sea para nada menor que Zari -cuyo nombre significa “brillante” en lenguas darí y pashto- abogue por la importancia de estudiar, sueñe con ser médica y potencie conceptos como salud física o el bienestar social, ideas ciertamente bienhechoras para la platea preescolar.

“Es poderoso que la primera muppet afgana sea una niña”, subraya Sherrie Westin, vicepresidenta ejecutiva de Sesame Workshop, sin dejar de destacar que “lo más emocionante es que sea modelo para niñas pequeñas, demostrándoles cuán maravilloso es ir al colegio o soñar con tener una carrera”. Añade además que las representaciones de muchachas educadas, con confianza en sí mismas, también ayuda a formar la opinión de los varoncitos. “Niños y niñas aprenden mejor cuando pueden identificarse positivamente con los personajes que les devuelve la pantalla”, advierte. Por lo demás, en los 26 nuevos episodios de 25 minutos cada uno, que incluyen clips sobre las tradiciones y la cultura afgana, Zari tendrá activísimo rol: hablará con el piberío (de carne y hueso) presente, charlará con otros muppets, entrevistará a profesionales de diversos ámbitos de Afganistán. Mmm, ¿futura médica o periodista? Pues, qué va: lo que le venga en santísima gana. A ella y a todas, todas las demás.