La terraza y el living del último piso del Hotel Clásico, situado en Palermo, cobijó la presentación de la colección de invierno de la firma Yagmour: en un recreación de showroom con las novedades de la colección y percheros de madera las prendas fueron clasificadas y exhibidas por categorías estéticas similares a las que divulga “Style YGM”, la revista institucional. Desde ponchos con guardas geométricas cruza con frazadas en tonos tierra, a cardigans que emulan batas para usar sobre obre jeans, kimonos étnicos aptos para ser combinados con pantalones de cuero negro y zapatillas blancas, contrastes de pantalones ceñidos y acampanados- corte flare en la jerga de la moda-, abundancia de flecos en las carteras y los zapatos. Las premisas de la colección además sugirieron el uso de trajes de terciopelo azul con camisas blancas con sutiles estampas a contratono y exaltaron los largos vestidos con estampas florales, esos básicos que volvieron a poner de moda los creativos rebeldes de la firma francesa Vetements. La campaña del invierno 2016 de Yagmour fotografiada por Santiago Albanell, protagonizada por la modelo Jessica Sikozel fue realizada por la estilista Josefina Bugallo, junto a un equipo de diseño de imagen que compone el estudio Pardo. Su presentación tuvo una acción lúdica a modo de correlato de campaña: la recreación de una florería con los ramos bucólicos que Camila Gassiebayle, la florista de la tienda online Blumm, dispuso en la terraza del hotel, en composiciones a tono con los colores de la colección. Las y los invitados armaron sus propios ramos tan salvajes como voluptuosos, guiados por la experta, -ataviada con jeans y una capelina de la colección “Excéntrica”- mientras transcurría un ágape con delicias preparadas a la vista de los comensales por Jessica Lekerman, la chef de Mooi.

Allí, las directoras de la firma, Herminia y Noelia Yagmourian, primas e hijas de los fundadores, dirimían con lxs invitadxs. Una llevaba el poncho étnico negro con bordados blancos, otra una campera de cuero de la nueva colección. Consultada sobre los nuevos lineamientos para el centenar de locales que la firma posee en la Argentina y en Paraguay, Herminia, quien además es experta en diseño, señaló: “El cambio de imagen en el que estamos trabajando no es un cambio estético sino que intenta renovar la experiencia de compra de la clienta con la marca. Yagmour comenzó en 1971 como una empresa dirigida por dos hermanos con un modelo netamente de empresa familiar y hoy somos una empresa profesionalizada. La firma se renueva, con nuevas propuestas en su colección, con nueva imagen- sumaron perfumes, jabones de verbena y accesorios variados-, con una fuerte presencia en el mundo online, pero seguimos manteniendo nuestro ADN: ser una marca que democratiza la moda vendiendo productos básicos y de tendencia a un precio más que amigable”.

–¿Cuál es tu mirada sobre la moda a precios democráticos?

Es parte de nuestro ADN, es la forma en que Yagmour se aproximó a la moda desde sus comienzos, acercándole a la mujer diferentes propuestas para las diferentes ocasiones de uso que tiene cuidando la relación precio- producto para que pueda renovar sus básicos.

–¿Cómo considerás que se puede conciliar el fast fashion con buenas condiciones laborales en los talleres de confección?

El fast fashion tiene que ver con generar propuestas diferentes durante las temporadas y así evitar los cortes muy drásticos entre las clásicas dos temporadas del año. El desafío mayor pasa por generar mayor cantidad de productos exitosos de venta. En cuanto a los talleres es una buena iniciativa para que tengan trabajo parejo todo el año y no estar sobrepasados durante dos picos al año, como sucedía antes, cuando se desarrollaba para el verano y el invierno.

–¿El mercado online es una nueva estrategia de ventas para la firma?

Nuestro e-shop fue un desafío que lanzamos en la temporada de verano como parte de la nueva experiencia de marca para las clientas actuales y las futuras clientas.