Concebir un catálogo como un camino que recién comienza y que lxs lectorxs van recorriendo junto con lxs editores es el eje del flamante sello digital La Colección, dedicado a la publicación de literatura contemporánea en formatos breves, comandado por la pareja formada por Inés Acevedo (escritora, autora de Una idea genial y Trilogía canina) y Martín Llambí (editor y cronista). Desde que se conocieron en un taller literario allá por 2006 que la idea de armar una editorial estaba muy presente, pero la especialización y dedicación que implica no les permitía concretarla. Diez años después, con los formatos digitales -que permiten ahorrar costos y compartir ganancias- ya desarrollados, se largaron a la aventura. Y entonces nació este nuevo sello, amigo de proyectos afines como Determinado Rumor (dedicado a la poesía), Los Proyectos (a los relatos breves) y Blatt & Ríos (que publican tanto en papel como en digital), que ya cuenta con dos entregas: dos volúmenes que reúnen cada uno varias novelas cortas, de distintxs autorxs. El primero incluye Montevideo, 2013 de Melina Dorfman, Cabo verde, de Leandro Uría y Panadera, de la propia Inés Acevedo. Y el segundo, Decir mi nombre de Delfina Korn, y Perfectamente legal de Lucas Videla. ¿Qué comparten estos títulos? El volumen 1 trata sobre viajes, o mejor sobre exploraciones urbanas y personales que sorprenden hasta a sus propixs protagonistas en la capital uruguaya, en Berlín o en la cocina de una panadería cheta de la Capital Federal, según de qué libro se trate. El segundo volumen se concentra en la experiencia del primer amor a partir de dos relatos de juventud narrados con madurez. También comparten un precio muy accesible: 100 pesos para descargar cada volumen, de los cuales el 50% va a parar directamente a sus autores. Una ecuación muy favorable que reivindica el trabajo de edición y producción que hay detrás (por eso no son de descarga gratuita), y que a la vez comparte con lxs escritorxs las ganancias de igual a igual. Prometen un tercer volumen de próxima aparición, dedicado a los diarios íntimos.

La elección de ciertas voces jóvenes, más o menos nuevas o conocidas, supone una cuidada selección e implica la lectura de muchos más manuscritos que los que terminan siendo publicados. La curaduría de estos textos, el trabajo de corrección y reescritura, es muy valorado tanto por Acevedo como por Llambí, que se encargan personalmente de darle forma a esos textos que muchas veces provienen de un taller literario y necesitan todavía un empujón para darse a conocer. Estos criterios se ponen en juego en una búsqueda constante de nuevos formatos de escritura, y a la vez tienen como norte la idea de formar un catálogo que reparta las obras de hombres y mujeres con igual protagonismo, cosa que no suele suceder. “Me gustaría tener como mínimo un cincuenta por ciento de autoras mujeres. Para mí es una necesidad, es algo que quiero ver realizado. Hoy las editoriales, sin importar su origen y tamaño, siguen teniendo una alta proporción de hombres y una baja proporción de mujeres. Creo que la única manera de revertirloes publicando a muchas mujeres. No es tan fácil, pero se puede. También nos interesan los autores noveles, esas personas que no han publicado o que han publicado muy poco. Buscamos narrativa, nouvelles y cuentos, pero también otros géneros que surgen de las redes sociales, como crónicas o diarios”, aclara Inés Acevedo. De lectura dinámica y placentera, para ratos breves, legibles tanto en readers como en tablets, pcs o teléfonos inteligentes, la propuesta de La Colección es poner en circulación nueva literatura, y a la vez reflexionar sobre las experiencias que nacen con los tiempos que corren.

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