Viernes, 2 de septiembre de 2016 | Hoy
MONDO FISHION
Por Victoria Lescano
La noticia de la muerte de la diseñadora francesa Sonia Rykiel fue comunicada el 25 de agosto desde la web de la firma homónima y que desde hace una década tiene como directora creativa a su hija Nathalie. Acto seguido, durante ese jornada y las posteriores lxs seguidores de la moda publicaron fotografías de Sonia cual estampitas e hicieron honor a su pelo largo y rojo coronado por un flequillo que supo llevar hasta los 86 años. Si bien no fue tan popular como Mary Quant o Vivienne Westwood, la vida y la obra de Rykiel fueron documentadas por el libro “Women on Fashion” de Valerie Steele.
Para las y los neófitos de su estilo chic corresponde enunciar que los aportes a la moda de Rykiel remiten a una silueta desestructurada que rompió con las convenciones de la moda francesa, puesto que desde la pasarela manifestó que no era necesario llevar el traje sastre engamado a lo Chanel ni ostentar las galas en alta costura que predicaron otrxs de sus compatriotas. Por el contrario, vistió a las mujeres de los años ‘70 y los ‘80 con pantalones y overalls en tejidos finos y silueta holgada. De ahí que el imaginario Rykiel remite a fotogramas y a postales cuyas protagonistas se jactan de la silueta “flou”, del uso de pantalones de terciopelo amplios matizados con cardigans a rayas, el abrigo mediante boinas y largas y bellas bufandas. Una biografía oficial indica que su comienzo en la moda ocurrió en 1962 luego de una espontánea aunque desesperada búsqueda de ropas lindas y cómodas para vestir su primer embarazo. Al no encontrarlos, bocetó un modelo y se lo encargó a un modelista veneciano. Pero su primer diseño oficial fue un diminuto suéter negro muy ajustado al que llamó “suéter de chico pobre” porque simulaba estar algo roto y deshilachado –si bien requirió de siete sesiones a un modelista y fue portada de la revista Elle–. Los estilistas de la modernidad de la escena inglesa los veneraron aunque hubo quienes no disimularon su ironía al interrogar ¿acaso hay que ser un niño de doce años para poder usarlo?
Además de tiendas con colecciones para mujer, hombre y niñas, una línea de cosmética, otra de perfumes y una segunda marca con precios más accesibles llamada “Sonia”, Rykiel fue también la autora de varias novelas que veneran sus fans de Japón, un Diccionario de moda de la A a la Z y otro de literatura infantil. En los últimos años, comandada por su hija Nathalie, la firma indagó en el archivo propio para lanzar una línea llamada “Rykiel Modern vintage”, compuesta de ediciones limitadas y de relanzamientos de varios de sus clásicos; pero además hizo democráticas colaboraciones con la cadena H&M; desde “Rykiel woman”, a una tienda de Saint Germain concebida para el placer que sumó ropa interior y juguetes sexuales.
Los homenajes de la escena de la moda para con la Rykiel ocurrieron también en vida: en 2008, cuando se cumplieron sus cuarenta años como fashion designer, lxs diseñadores más influyentes del siglo veinte y veintiuno la sorprendieron con trajes inspirados en su estilo. Al homenaje lo compusieron desde Jean Paul Gaultier, Jean Charles Castelbajac, los belgas Martin Margiela y Olivier Theyskens, pasando por los americanos Donna Karan, Ralph Lauren y Michael Kors, las inglesas Vivienne Westwood, Stella McCartney, el japonés Yohji Yamamoto y el alemán Karl Lagerfeld. Entre los tributos hechos atuendos se destacó un vestido escultura con agujas de crochets clavadas en el frente a modo de adorno y que se complementaba con un ovillo adosado a un pequeño carro-rueca ideado por Gaultier, abrigos de piel que en su morfología citaban el peinado sauvage y también sus célebres abrigos de piel en colores estridentes ideados en los ‘70. Los enteritos holgados, un clásico de Rykiel, fueron emulados por Stella McCartney en un conjunto a rayas color crudo y blanco con chaqueta y boina al tono. Mientras que el diseñador de Chanel tramó un catsuit negro con prints surrealistas del rostro de Sonia -y lo abrigó con un cardigan a rayas rojo y negro. Otro bello tributo y reconocimiento fue el que le hiciera en 1995 el músico inglés Malcom McLaren –sí el creador del punk couture junto a Vivienne Westwood– quien también compuso la canción “Who the Hell is Sonia Rykiel” y él y Sonia la cantaron a dúo durante la grabación del disco “París”.
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